El imán Smaïn Bendjilali, conocido con el nombre de Ismail, de la mezquita de los Bleuets, situada en los barrios del norte de Marsella, está en el punto de mira, acusado de apología del terrorismo en relación con sus publicaciones sobre la situación en la Franja de Gaza. El fiscal de Marsella, Nicolas Bessone, confirmó que el imán está citado para comparecer ante el tribunal penal el 3 de octubre.
Este asunto se produce en un contexto tenso, mientras que la mezquita también está amenazada de cierre administrativo. El prefecto de policía de Bocas del Ródano, Pierre-Édouard Colliex, ya había comunicado su intención de cerrar el lugar de culto el 20 de agosto, alegando una predicación que legitimaría la violencia y sería contraria a las leyes de la República.
El imán fue puesto bajo custodia policial este martes 3 de septiembre de 9 a 19 horas, tras un informe del prefecto. Según la fiscalía, habría pronunciado discursos y comportamientos radicalizados que alentarían la yihad y el establecimiento de la sharia, aunque el imán y sus abogados refutan estas acusaciones, calificándolas de intimidación.
En respuesta a estas graves acusaciones, el imán y los funcionarios de la mezquita intentaron calmar la situación proponiendo medidas correctivas durante una reunión con funcionarios estatales. Estas medidas incluyeron la eliminación de determinadas publicaciones en línea y la inscripción del imán para obtener un diploma universitario sobre el laicismo y los valores de la República, ofrecido por la Universidad de Aix-Marsella.
El caso toma un cariz político, según Me Rafik Chekkat, abogado del imán, que critica los plazos muy cortos para la citación y la detención policial, calificándolos de acciones eminentemente políticas destinadas a solidificar el caso para el cierre de la mezquita.
Este enfrentamiento jurídico y administrativo es el segundo en poco tiempo para el Imam Bendjilali, después de un registro en su casa la semana anterior donde se descubrió cannabis y su hijo fue víctima de una defenestración durante un ajuste de cuentas, añadiendo aún más tensión a la situación ya complicada.
