Esta declaración es contra de la solicitud presentada al estado por parte de satanistas y luciferinos.
Catorce líderes religiosos, que representan a distintas denominaciones de las iglesias cristianas, católicas, judíos y musulmanes, han emitido una declaración pública en la que expresan su firme oposición a la posibilidad de que una organización satanista obtenga reconocimiento legal como entidad religiosa en el país.
Esta solicitud, presentada al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos por una organización de ámbito satánico, ha generado una enérgica respuesta por parte de diversas confesiones religiosas que argumentan que el satanismo no puede ser considerado una religión en los términos que establece la ley chilena.
Según los firmantes, la Ley N. 19.638, que regula la constitución jurídica de iglesias y confesiones religiosas en Chile, se refiere exclusivamente a organizaciones que profesan una determinada fe religiosa. En este sentido, las religiones tradicionales que suscriben la declaración sostienen que el satanismo no encaja dentro de esta definición, ya que sus principios y prácticas no se alinean con los valores éticos y morales esenciales que caracterizan a las religiones reconocidas.
Los representantes religiosos argumentan que una confesión religiosa debe estar orientada a la búsqueda del bien y la virtud, tanto en el ámbito personal como colectivo, aspectos que, en su opinión, están ausentes en el satanismo. Subrayan que, en la cultura chilena, conceptos como el bien, la bondad y la virtud están intrínsecamente relacionados con la bondad de Dios, mientras que el satanismo se asocia con la promoción del mal, la discordia y la división.
Fe, leyes y valores
La declaración también hace referencia al proceso legislativo que condujo a la promulgación de la Ley N. 19.638, señalando que desde un principio el legislador excluyó del reconocimiento a organizaciones satánicas. Además, los líderes religiosos sostienen que las organizaciones que profesan creencias satánicas tienen una historia marcada por la disrupción de los valores fundamentales de la convivencia humana, y en muchos casos, han sido responsables de tragedias.
En el texto, los líderes de diferentes religiones también destacan que el reconocimiento de una organización satanista como entidad religiosa sería incompatible con el artículo 19 N. 6 de la Constitución Política de Chile, que garantiza la libertad de conciencia y el ejercicio libre de cultos siempre y cuando no se opongan a la moral, las buenas costumbres o el orden público. En este sentido, argumentan que el satanismo, por su propia naturaleza, contradice estos principios fundamentales.
Finalmente, los firmantes de la declaración, entre los que se encuentran representantes de la Iglesia Católica, la Iglesia Anglicana, el Islam, el Judaísmo y diversas iglesias evangélicas y pentecostales, solicitan respetuosamente a las autoridades civiles que denieguen la petición de reconocimiento realizada por la organización satanista, conocida como el Templo de Satán. Además, advierten que se reservan el derecho de tomar todas las acciones legales necesarias para oponerse a la inscripción de dicha organización como entidad religiosa.
Entre los firmantes de la declaración se encuentran figuras prominentes como René Rebolledo, Arzobispo de La Serena y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile; Sergio Abad, Arzobispo Ortodoxo de Chile; Héctor Francisco Zavala, Arzobispo Primado de la Iglesia Anglicana en Chile; y Emiliano Soto, Presidente de la Mesa Ampliada UNECHILE, entre otros. Esta declaración refleja la preocupación de las confesiones religiosas en Chile ante lo que consideran una amenaza a los valores morales y sociales que sustentan la convivencia pacífica en el país.
El comunicado íntegro, a continuación: