El sacerdote estaba en la cama con una mujer de 18 años cuando fue arrestado en la casa parroquial
Un sacerdote brasileño ha sido detenido por la policía civil en el interior de la Amazonia ante la sospecha de que abusaba de menores, grababa y difundía vídeos pornográficos. El cura Paulo Araújo da Silva, de 31 años, fue localizado por los agentes el domingo pasado en su casa parroquial, en Coarí. Estaba en la cama con una mujer de 18 años recién cumplidos, lo que llevó al comisario que lleva el caso a concluir que mantenía relaciones sexuales con ella cuando aún era menor, según explicó el jefe de policía a la prensa brasileña. La diócesis de Coarí, una ciudad a 360 kilómetros de Manaos, lo apartó inmediatamente de todas sus funciones en la Iglesia católica y condenó en una nota “toda forma de abuso y explotación” además de solidarizarse con las víctimas y sus familias.
El cura es sospechoso de violación de menores, violencia doméstica, amenazas, producir y difundir pornografía con menores y aborto. Fue denunciado por una adolescente de la que empezó a abusar cuando ella tenía 14 años. La dejó embarazada y la forzó a abortar, según ella relató a los investigadores.
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Pocos son los casos de pederastia o abusos sexuales perpetrados por sacerdotes que han trascendido en Brasil, pese a que este es un país de extensión continental con 25.000 sacerdotes, y 11.000 parroquias. Hace años que el país sudamericano se disputa con Filipinas el título del país con más católicos del mundo. Uno de cada diez fieles al Papa de Roma es brasileño.
En lo que va de siglo, al menos 60 sacerdotes brasileños han sido condenados por abusar sexualmente de 148 víctimas, según la minuciosa investigación que dos periodistas de O Globo realizaron y publicaron en 2023 en el libro Pedofilia na Igreja, um Dossiê Inédito Sobre Casos de Abusos Envolvendo Padres Católicos no Brasil (editorial, Maquina de Livros). Los autores reconstruyeron los casos de los 108 sacerdores investigados en las últimas dos décadas.
El comisario reveló que el día de la detención los agentes se incautaron en la casa parroquial de 260 vídeos pornográficos, algunos con menores. También encontraron un dineral en efectivo, 30.000 reales (casi 5.500 dólares). Los investigadores sospechan que el arrestado abusó de al menos cuatro adolescentes. Al menos a una de ellas la animó a invitar a otras adolescentes.
La policía busca a un supuesto cómplice del que creen que participó en el aborto forzado. Fue él quien supuestamente consiguió una medicación muy usada para interrumpir ilegalmente el embarazo (que en Brasil solo es legal en caso de violación, riesgo para la salud de la embarazada y si el feto carece de cerebro). Según la prensa brasileña, la víctima contó a la policía que expulsó el feto en casa del supuesto cómplice y fue enterrado en el jardín.
El comisario al frente del caso destacó que la Iglesia católica ha colaborado en las pesquisas.