La magistrada había suspendido cautelarmente la muerte asistida de la joven después de que su padre, asistido por el colectivo católico Abogados Cristianos, pidiera la suspensión del procedimiento.
El Juzgado Contencioso Administrativo número 12 de Barcelona, que la semana pasada acordó prolongar la paralización de la eutanasia solicitada por una joven de 23 años, estima tener dudas sobre que sus lesiones medulares sean «irreversibles». A través de un auto al que ha tenido acceso El Periódico, la magistrada ha afirmado que no ve un «padecimiento grave, crónico e imposibilitante» en el caso de los dolores que sufre desde octubre de 2022.
En el escrito, la jueza sostiene que en este caso no concurren «limitaciones que inciden directamente sobre la autonomía física y actividades de la vida diaria, de manera que no permite valerse por sí mismo, así como sobre la capacidad de expresión y relación que llevan asociado un sufrimiento físico o psíquico constante e intolerable para quien lo padece».
El texto hace referencia, para respaldar esta última cuestión, a un vídeo aportado por Abogados Cristianos, colectivo ultracatólico que ha asistido al padre de la joven para frenar la muerte digna de su hija. En la grabación se puede ver a la joven caminando con muletas, lo que, a ojos de la magistrada, indicaría que su situación funcional puede revertirse. La jueza cuestiona también que el sufrimiento psíquico que la joven sufre desde hace años sea incurable, apuntando que «se alude en los informes sobre el tratamiento que se está siguiendo«.
Por el momento, la magistrada ha elevado el caso al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) para que determine cuál es el órgano competente en este caso, mientras mantiene la suspensión cautelar. La Comisión de Garantía y Evaluación de Catalunya, integrada por especialistas médicos y juristas, había avalado la petición de eutanasia y el procedimiento estaba previsto para el pasado 2 de agosto. Los informes médicos confirman que la mujer padece una lesión «crónica permanente sin alternativas terapéuticas«, además de «un trastorno límite de la personalidad y un trastorno obsesivo-compulsivo en tratamiento».
