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Un Debate sobre la laicidad y la diversidad en el sistema educativo
La reciente propuesta de ley en el Congreso del Perú, que busca permitir a las iglesias cristianas evangélicas administrar colegios, genera un intenso debate; este proyecto se presenta como una oportunidad para diversificar la oferta educativa en el país, pero es fundamental reflexionar sobre sus implicaciones en una nación que se define por su identidad católica apostólica romana.
Perú es una nación con una profunda herencia católica, que ha sido un pilar en la formación de valores y principios en nuestra sociedad durante siglos. La Constitución Política del Perú, en su Artículo 50, establece que el Estado respeta la libertad de religión, pero también reconoce al catolicismo como parte de nuestra identidad cultural e histórica.
La educación en nuestro país ha sido históricamente un espacio donde se han transmitido no solo conocimientos académicos, sino también valores que reflejan nuestra herencia cultural y religiosa compartida; cambiar este panorama podría afectar la continuidad de nuestra identidad católica.
El principio de laicidad en la educación es esencial en un sistema democrático, este principio garantiza que las instituciones educativas sean espacios de formación neutral, donde todos los estudiantes, independientemente de sus creencias religiosas, puedan aprender y desarrollarse sin la influencia directa de una confesión específica. Permitir que iglesias evangélicas gestionen colegios podría socavar este principio, creando instituciones donde una visión religiosa del mundo en particular sea promovida, en lugar de ofrecer una educación basada en valores universales e inclusivos. La educación debe ser un espacio de igualdad, donde se respeten todas las creencias sin imponer una visión religiosa particular.
Además, es necesario considerar el impacto en la calidad educativa; el proyecto de ley podría abrir la puerta a una proliferación de colegios gestionados por entidades religiosas sin los adecuados mecanismos de supervisión y regulación. La calidad educativa no debe ser comprometida en aras de diversificar la oferta escolar, todos los centros educativos, tanto privados como públicos, deben cumplir con altos estándares de excelencia académica y ética.
Este debate sobre la propuesta de ley es una oportunidad para reflexionar sobre el futuro de nuestra educación. La decisión de permitir que las iglesias evangélicas administren colegios no es simplemente una cuestión legislativa, sino una que afecta la manera en que se forman las nuevas generaciones en Perú. Es necesario considerar si esta propuesta se alinea con nuestros valores fundamentales y con el principio de laicidad que ha garantizado una educación inclusiva para todos.
Permitir que las iglesias evangélicas administren colegios en Perú es una propuesta que va más allá de la simple expansión de opciones educativas.; es una cuestión que toca el corazón de nuestra identidad cultural, el principio de laicidad en la educación y el futuro de nuestra sociedad.
En un país con una herencia católica tan significativa, es necesario mantener una visión educativa que respete nuestras tradiciones y valores compartidos, sin poner en riesgo la igualdad y la calidad en el sistema educativo.