El presidente francés explica que ha habido «varios intentos en los últimos meses» por parte del mismo grupo que reivindicó la autoría del ataque en Moscú
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido este lunes sobre la amenaza que representa el Estado Islámico de Jorasán para Europa, así como el resto del mundo. La rama de la organización islamista, que se atribuyó la autoría del atentado del viernes en Moscú, «intentó varias veces en los últimos meses» la realización de ataques en «suelo» francés, ha declarado el dirigente centrista tras llegar a la Guyana francesa en el inicio de una breve gira por Sudamérica. El Ejecutivo galo ya había anunciado la víspera que elevaba al máximo su nivel de alerta antiterrorista en reacción a la matanza en la sala de conciertos moscovita, en la que murieron al menos 137 personas y 182 resultaron heridas.
«Es una medida coherente», ha sostenido Macron sobre la decisión de reforzar el dispositivo Vigipirate. Francia, que sufrió en los años 2015 y 2016 una oleada de atentados yihadistas de gran escala y desde entonces ha sufrido ataques puntuales, ya había elevado al máximo su nivel de alerta antiterrorista el 13 de octubre. Tomó esa decisión tras el asesinato del profesor Dominique Bernard y pocos días después del inicio de la sangrienta escalada en el conflicto en Gaza. Pero en enero bajó un escalón la vigilancia. Las autoridades francesas temen especialmente la amenaza yihadista de cara a los Juegos Olímpicos de este verano en París.
«Una mayor cooperación»
«Hemos propuesto a los servicios rusos, así como a nuestros socios en la región, una mayor cooperación», ha explicado el presidente francés. «Debemos vigilar ante cualquier instrumentalización y deformación, y ser exigente y eficaces. Solo con esta mentalidad avanzaremos y espero que Rusia haga lo mismo», ha añadido. En concreto, se refería a las declaraciones de su homólogo ruso, Vladímir Putin, en que vinculó a Ucrania con el atentado. Varios de los sospechosos por la matanza en el Crocus City Hall fueron detenidos en regiones fronterizas con el territorio ucraniano y bielorruso.
Además del ataque en Moscú, el EI de Jorasán ya había reivindicado la autoría del atentado del 4 de enero en el centro-sur de Irán, con 84 víctimas mortales. La misma rama, creada en 2014 y cuyo nombre se refiere a una histórica región que se extiende por Afganistán, Pakistán, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán e Irán, ya había estado detrás de la muerte de 150 civiles afganos y una docena de estadounidenses en el Aeropuerto de Kabul en agosto de 2021. Y dos presuntos yihadistas de nacionalidad afgana habían sido detenidos la semana pasada en Alemania, ya que supuestamente preparaban un ataque contra el Parlamento sueco.
La rama más activa del EI
Los grupos del EI Jorasán «deben ser considerados como la mayor amenaza mundial de la organización actualmente«, alerta el Washington Institute en un amplio informe, publicado el 20 de marzo. Cinco años después de la derrota del EI en Siria, esta rama aparece como la más amenazante. Si se confirma su autoría en el ataque en Moscú, habrá demostrado su capacidad para llevar a cabo grandes operaciones terroristas con un modus operandi parecido a los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París.
A este yihadismo internacional, en el caso francés se le suma la amenaza endógena. En el país vecino, hay unas 5.300 personas vigiladas por sus afinidades yihadistas. Los últimos atentados con gran repercusión mediática, como los asesinatos del profesor Bernard y de Samuel Paty, estuvieron cometidos por jóvenes que vivían en Francia desde hacía años, pero que tenían raíces en regiones rusas del Cáucaso. En las últimas semanas, además, han aumentado las amenazas contra institutos.
«La amenaza del terrorismo islamista es real y fuerte», ha declarado el primer ministro francés, Gabriel Attal, quien ha indicado que han evitado dos atentados en los tres primeros meses de 2024, y 45 desde 2017. «Si el Estado Islámico tiene realmente la capacidad de golpear contra una capital tan vigilada como Moscú, esto significa que su capacidad de acción ha llegado de nuevo a unos niveles extremamente preocupantes», advirtió el viernes Thibault de Montbrial, presidente del Centro de Reflexión de Seguridad Interior.