En medio del conflicto en Gaza, se han intensificado las críticas hacia los ultraortodoxos que rechazan servir en el ejército de Israel. Este grupo religioso ha sido objeto de controversia en el país por su exención del servicio militar obligatorio, lo que ha generado tensiones dentro de la sociedad israelí.
El rechazo de los ultraortodoxos a integrarse en las Fuerzas de Defensa de Israel ha sido motivo de debate durante años. Mientras que la mayoría de los jóvenes israelíes judíos están obligados a cumplir con el servicio militar, los ultraortodoxos han sido históricamente eximidos por motivos religiosos. Esta situación ha generado un sentimiento de injusticia entre aquellos que consideran que todos los ciudadanos deberían compartir la carga del servicio militar.
En medio del actual conflicto en Gaza, las críticas hacia los ultraortodoxos se han agudizado. Algunos sectores de la sociedad israelí consideran que es imperativo que todos los ciudadanos contribuyan a la defensa del país, independientemente de sus creencias religiosas. Esta postura se ha visto reforzada por la escalada de tensiones en la región, que ha llevado a un aumento de las operaciones militares y a un mayor número de bajas.
A pesar de las críticas, los líderes ultraortodoxos han defendido su posición, argumentando que su labor es la de estudiar la Torá y observar los preceptos religiosos, lo que consideran una forma de proteger al pueblo judío. Esta postura ha generado división en la opinión pública, con algunos sectores respaldando el derecho de los ultraortodoxos a seguir sus creencias y otros exigiendo una mayor igualdad en el servicio militar.
En definitiva, el rechazo de los ultraortodoxos a servir en el ejército de Israel sigue siendo un tema controvertido que refleja las tensiones y divisiones dentro de la sociedad israelí. Mientras el conflicto en Gaza continúe, es probable que esta discusión siga vigente, planteando interrogantes sobre el equilibrio entre la libertad religiosa y los deberes cívicos en un país marcado por la conflictividad y la diversidad de opiniones.
