Su plan de ser concertado en Primaria con aulas mixtas y privado a partir de los 12 años choca con la nueva ley vasca, que no permite ya conciertos parciales y ha forzado al resto de colegios del Opus Dei a pasarse a la coeducación en tres años
El colegio del Opus Dei Gaztelueta de la localidad vizcaína de Leioa, con unos 1.100 alumnos, se arriesga a que le sea retirada toda la financiación pública con su estrategia ‘sui generis’ para responder a la exigencia del área de Educación del Gobierno vasco para que a partir del curso 2025/2026 no existan ya colegios privados concertados que veten alumnado de un sexo, mujeres en el caso de este centro educativo. A diferencia de la otra media docena de colegios también del Opus Dei agrupados en torno a la patronal COAS, que han optado por abrirse a ser mixtos progresivamente en todos sus niveles para poder continuar accediendo al concierto educativo en el futuro, Gaztelueta ha diseñado un plan por el cual admitirá a alumnas en Infantil y Primaria pero no en Secundaria y Bachillerato, donde será totalmente privado y con cuotas (legales) para los estudiantes.
Fuentes de Educación recuerdan que la nueva ley autonómica que fue aprobada en el Parlamento Vasco en diciembre del pasado año prevé que la Administración solamente concertará centros enteros. Hasta ahora, existían casos de colegios con algunas aulas financiadas por la Administración y otras privadas. En la práctica, todas ellas funcionaban igual y se hacía una media para que las cuotas fuesen idénticas, sin que se notara la diferencia de cara al exterior entre unos y otros estudiantes. Aunque estos cobros por servicios de enseñanza llevan décadas prohibidos, la nueva normativa hace hincapié en esta medida y se han anunciado también auditorías e informes públicos de aquellos centros incumplidores.
La Lomloe estatal, impulsada siendo ministra por la exconsejera vasca Isabel Celáa, recogía en una disposición que “los centros sostenidos parcial o totalmente con fondos públicos desarrollarán el principio de coeducación en todas las etapas educativas […] y no separarán al alumnado por su género”. En este sentido, antes incluso de la entrada en vigor de la nueva ley vasca, que dice que “en los centros educativos del Servicio Público Vasco de Educación [públicos y concertados] no se permitirá la segregación por sexos”, todos los colegios segregadores del Opus Dei recibieron ya en septiembre a sus primeros alumnos del otro sexo en primero de Primaria. De cara al próximo curso se extenderá ese modelo mixto hasta cuarto de Primaria. En el tercer y último año del plan escalonado, se hará el cambio en el último ciclo de Primaria y en Secundaria. Es un giro notable en Euskadi ya que Cristina Uriarte, la predecesora del actual consejero de Educación, Jokin Bildarratz, también del PNV, sostenía que este modelo no era “discriminatorio”.
Los centros que pasarán a ser mixtos son el masculino Munabe (unos 450 alumnos) y el femenino Ayalde (1.100), ambos de Loiu, el femenino Arangoya de Bilbao (220), el masculino Erain de Irún (310) y el femenino Eskibel de Donostia (430). En Álava no hay ningún colegio de este tipo. Hay algunos otros de etapas infantiles asociados a estos colegios de COAS pero en esos años tradicionalmente sí ha habido alumnado de ambos sexos. Fuentes de COAS confirman esta transformación paulatina en tres fases y recuerdan que en el pasado otros colegios ya hicieron esa misma transición. En su momento, tenían en su página ‘web’ un documento defendiendo la “educación diferenciada” pagada con dinero público que, entre otras cosas, recogía lo siguiente: “Para muchos chicos los deportes de contacto físico —fútbol, rugby, etc.— pueden no sólo ser divertidos sino que de hecho ponen la base para una duradera amistad. Para las chicas la agresividad no construye amistades, más bien las destruye. En los colegios mixtos ambos modos de vivir la agresividad chocan”.
Gaztelueta también tiene desde septiembre niñas de 6 años y en 2024 las admitirá en los dos primeros ciclos de Primaria. Pero cuando se acabe el período de transición pretender salirse del circuito concertado a partir de los 12 años para continuar vetando mujeres en Secundaria y Bachillerato. Educación, sin embargo, podría actuar parar retirarle toda la financiación, incluso para los cursos mixtos, con la nueva ley en la mano. Los decretos de desarrollo irán en la misma dirección, según las fuentes consultadas. Gaztelueta, que además se vio implicado en un caso de agresión sexual hace una década, siempre ha sido un colegio elitista, pero todavía lo será más si se convierten en un colegio totalmente privado.
Entre 2021 y 2023 Gaztelueta fue el segundo colegio segregador con más financiación pública, 6,1 millones de euros sumados los módulos concertados y otras ayudas. Solamente Ayalde obtuvo más fondos, 7,2 millones. Munabe tuvo 3,1, Eskibel 2,2, Erain 2,1 y Arangoya 1,6. 2.713 de los 3.735 alumnos del curso 2022/2023, el último antes de los cambios, estaban en modelo A, con más horas de castellano. El resto iban al B bilingüe. Ninguno oferta el modelo D en euskera.