La Luna es sagrada para numerosas culturas indígenas, alega la población.
El presidente del grupo autóctono Nación Navajo, Buu Nygren, ha pedido a la NASA que retrase el lanzamiento de la primera misión de EEUU a la Luna en 50 años, porque puede incluir restos humanos incinerados.
Junto al aterrizador Peregrine Missión One destinado a la superficie lunar, el cohete Vulcan Centaur, cuyo despegue está previsto el 8 de enero, incluirá una carga útil contratada por Celestis, una empresa privada que brinda servicios conmemorativos enviando cenizas humanas a la Luna.
Nygren quiere que se consulte a la tribu de inmediato. En declaraciones a la radio pública de Arizona, señaló que la Luna es sagrada para numerosas culturas indígenas y que depositar restos humanos en ella «equivale a profanación».
La NASA ya fue criticada después de que las cenizas del exgeólogo y científico planetario Eugene Shoemaker fueran enviadas a la Luna en 1998. El entonces presidente de la Nación Navajo, Albert Hale, dijo que la acción era una grave insensibilidad hacia las creencias de muchos nativos americanos. Posteriormente, la NASA se disculpó y prometió consultar con las tribus antes de autorizar misiones similares en el futuro.
Nygren destacó este compromiso en su carta, así como en un memorando de 2021 firmado por la administración de Biden, que se comprometió a consultar a la tribu sobre asuntos que le afecten. Añadió que esto reconoce explícitamente que los sitios sagrados pueden consistir en «lugares que ofrecen vistas de áreas importantes de tierra, agua o del cielo y cuerpos celestes».
Respuesta de la NASA y Celestis
En una sesión informativa científica previa al lanzamiento el 4 de enero, representantes de la NASA abordaron la controversia sobre las cargas útiles que contienen restos humanos que se incluyen en la misión.
Chris Culbert, director del programa CLPS en el Centro Espacial Johnson de la NASA, dijo que las empresas privadas que lanzan cargas útiles como parte del programa, sin embargo, «no tienen que aprobar esas cargas útiles» antes del lanzamiento. «Así que estas son misiones comerciales y depende de ellos vender lo que venden«, añadió, citado por Space.com. «No tenemos el marco para decirles que pueden y que no pueden volar».
Los representantes de la NASA agregaron que un grupo interinstitucional dentro del Gobierno de EEUU se está reuniendo para discutir las objeciones de la Nación Navajo. Celestis, por su parte, no considera convincentes estas objeciones. «El proceso regulatorio que aprueba las misiones espaciales no considera el cumplimiento de los principios de ninguna religión en el proceso por razones obvias. Ninguna religión individual puede o debe dictar si una misión espacial debe aprobar», dijo el director ejecutivo y cofundador de Celestis, Charles Chafe enviada a Space.com.
«Nadie, ni ninguna religión, es dueño de la luna y, si se tuvieran en cuenta las creencias de la multitud de religiones del mundo, es muy probable que nunca se aprobara ninguna misión», añadió Schafer. «Simplemente, no permitimos ni nunca hemos permitido que las creencias religiosas dicten los esfuerzos especiales de la humanidad; no existe ni debería haber una condición religiosa».