La pastora Annette Kurschus está acusada de haber estado al tanto en la década de los 90 de las denuncias de abuso contra un vicario
La Iglesia protestante alemana está envuelta en un escándalo de abusos sexuales y su más alta responsable ha dimitido acusada de haber encubierto un caso que se remonta a los años 90.
Según el diario alemán Siegener Zeitung, Annette Kurschus, la más alta responsable de esta institución, está acusada de haber estado al tanto en la década de los 90 de las denuncias de abuso contra un vicario del distrito eclesiástico de Siegen, pero que ella no tomó ninguna medida.
El sospechoso está siendo investigado por la policía.
La teóloga, de 60 años, ha negado que tuviera conocimiento de los abusos, pero ha explicado que ha decidido dimitir «para impedir que (la imagen de) su Iglesia se vea dañada«.
«Las sospechas recaen sobre un hombre con cuya familia mantengo una amistad desde hace mucho tiempo», declaró durante una conferencia de prensa en Bielefeld, en el norte del país.