Desde hace varios meses, las autoridades públicas y los servicios de inteligencia advierten de la posibilidad de nuevos atentados planeados desde el extranjero
Cuatro días después del atentado de Arras, en Francia, la masacre de Bruselas marca el regreso de la amenaza terrorista yihadista al continente europeo
Un tiroteo, dos muertos y un herido. Poco después de las 19 horas del lunes 16 de octubre, cerca de la plaza Sainctelette, en el norte de Bruselas, un hombre vestido con una chaqueta naranja fluorescente disparó contra varias personas antes de huir en una scooter.
En una rueda de prensa celebrada a primera hora de la mañana del martes, Frédéric Van Leeuw, fiscal federal belga, dio cuenta de lo sucedido. «Anoche, hacia las 19.00 horas, un hombre siguió a hinchas suecos que habían subido a un taxi. En el cruce de la plaza con el Boulevard Neuvième de Ligne, el hombre abrió fuego contra las personas que habían bajado del taxi, llegando incluso a perseguirlas hasta un edificio. Dos personas resultaron muertas, una de nacionalidad sueca y otra de origen sueco. Una tercera persona, también sueca, se encuentra hospitalizada en estado grave».