El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y el primer ministro de Arabia Saudí, el príncipe heredero Mohamed bin Salmán, subrayaron este jueves la «unidad islámica» ante la guerra en Gaza y advirtieron que los crímenes del Gobierno israelí provocarán destrucción e inseguridad para el propio Estado judío y sus aliados, como Estados Unidos, que dio «luz verde» a la respuesta de Tel Aviv, según informó el jefe adjunto de gabinete para Asuntos Políticos de la Presidencia iraní, Mohamed Yamshidi.
Raisí y Bin Salmán realizaron estas declaraciones durante su primera conversación telefónica desde el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países en marzo de este año en un acuerdo mediado por China tras siete años de ruptura.
«En su primera llamada telefónica, el ayatolá Raisí y su majestad Mohamed bin Salmán acordaron que es necesario poner fin a los crímenes de guerra contra Palestina«, informó Yamshidi.
Bin Salmán «hizo hincapié en que el reino está haciendo todo lo posible para colaborar con todas las partes internacionales y regionales para detener la escalada en curso«, en referencia a los bombardeos indiscriminados de Israel a Gaza después del ataque por sorpresa del grupo islamista Hamás al Estado judío que ha dejado más de 1.200 muertos, según la agencia oficial de noticias saudí SPA.
Ataques contra civiles
El príncipe saudí afirmó la «oposición del reino a cualquier forma de ataque contra civiles y la pérdida de vidas inocentes«, subrayó la «necesidad de adherirse a los principios del derecho internacional humanitario y expresó su profunda preocupación por la grave situación humanitaria en Gaza y su impacto en la población civil».
En la Franja de Gaza la situación es crítica, al borde del abismo de otra catástrofe humanitaria, probablemente también sin precedentes, y los muertos ya suman 1.100.
Teherán es uno de los principales aliados del movimiento islamista Hamás, lidera el llamado Eje de la Resistencia contra el Estado Judío, su némesis, y ha celebrado el ataque por sorpresa de los palestinos.
Arabia Saudí ha sido históricamente el adalid regional de la defensa de los derechos de los palestinos y siempre había manifestado que no se planteaba establecer relaciones con Israel si antes no se alcanzaba una solución «justa» para Palestina. Sin embargo, en los últimos meses este posicionamiento parecía que estaba cambiando. Estados Unidos ha estado dedicando esfuerzos a acercar a Arabia Saudí e Israel, mientras que el propio Bin Salmán afirmó en una reciente entrevista que la normalización con el Estado judío está «cada día más cerca».