El gobierno alegó «amenaza para la seguridad nacional»
En una carta dirigida al Patriarca de Moscú y toda Rusia, el Patriarca de Bulgaria y Metropolita de Sofía, Neófito, expresó su preocupación por la suspensión de la vida litúrgica en la iglesia monasterio de San Nicolás en Sofía, tras la expulsión por parte del gobierno búlgaro del clero ruso que se encargaba del templo. El Patriarca ruso piensa nombrar nuevo clero para sustituir al expulsado.
(IOR/InfoCatólica) Tras la deportación del hegúmeno del monasterio de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Sofía, el archimandrita Vassian (Zmeev), así como el secretario y un empleado del monasterio, que tuvo lugar el 21 de septiembre de 2023 bajo el pretexto de una «amenaza para la seguridad nacional», la actividad del monasterio se suspendió temporalmente y la iglesia fue cerrada. En los días siguientes, muchos cristianos ortodoxos fueron a rezar frente a las puertas cerradas de la iglesia rusa, y los residentes de la capital búlgara dejaron flores y notas en la calle cerca del santuario, expresando su protesta contra las acciones policiales de las autoridades búlgaras.
En un comunicado, el Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa señaló la gravedad, sin precedentes en la historia reciente, de las decisiones de las autoridades búlgaras y expresó su profundo pesar por el uso de medidas humillantes y discriminatorias contra los clérigos con el claro propósito de dañar las relaciones amistosas entre las naciones hermanas y las Iglesias hermanas. El Patriarca de Moscú calificó las acciones de los órganos estatales búlgaros como un acto hostil e injusto hacia el monasterio de la Iglesia Ortodoxa Rusa, enfatizando la disposición continua de su patriarcado para seguir brindando apoyo al representante del Patriarca Búlgaro ante el trono del Patriarca de Moscú en su servicio en beneficio de ambas Iglesias y asegurando la continuación del apoyo a la actividad del monasterio búlgaro en Moscú.
Compartiendo la preocupación del Patriarca Neófito por la suspensión temporal de los servicios religiosos y el cierre de la Iglesia de San Nicolás, expresando su simpatía por sus feligreses y los piadosos habitantes de Sofía que lamentan no poder visitar y rezar en la tumba de San Serafín, Arzobispo de Bogucharsk, el Patriarca Cirilo señaló que la plena responsabilidad de la suspensión de la actividad del monasterio recae en quienes tomaron la decisión de deportar a su hegúmeno y empleados.
El Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa informó al Patriarca Búlgaro y al Metropolita de Sofía que el Santo Sínodo del Patriarcado de Moscú designará pronto a un nuevo hegúmeno para que las puertas del monasterio ruso se abran lo antes posible. La carta también incluye una solicitud para brindar apoyo al clérigo en su futura adaptación en Sofía.
En conclusión de su mensaje, el Patriarca Cirilo de Moscú y toda Rusia expresó su confianza en que las fuerzas políticas respaldadas por el enemigo de la humanidad no podrán destruir los lazos centenarios de amor y fraternidad en Cristo que fundamentan la cooperación entre las Iglesias Ortodoxas Rusa y Búlgara.