El proceso electoral 2023 en Guatemala evidencia las pugnas de poder de diversos sectores utilizando todo tipo de acciones jurídicas, sociales y comunicacionales para buscar intención de voto en la segunda vuelta, creando incertidumbre y desinformación en la población. El sector religioso dejó clara su postura reaccionando con comunicados, discursos y campañas en medios de comunicación y redes sociales.
(…) Según el artículo 36 de la Constitución Política de la República, “Toda persona tiene derechos a practicar su religión o creencia, tanto en público como en privado, por medio de la enseñanza, el culto y la observancia, sin más límites que el orden público y el respeto debido la dignidad de la jerarquía y a los fieles de otros credos” estableciendo un Estado Laico. El reglamento de la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), en su artículo 67 cita que no está permitido hacer proganda política y electoral por medios religiosos, sin embargo los partidos políticos en la primera y segunda vuelta utilizaron discursos y valores religiosos para llamar la intención de voto en un proceso electoral democrático.