El golpe de Estado en Níger borra a la última democracia aliada de Occidente a medida que Rusia adquiere cada vez más influencia entre los regímenes militares.
La región del Sahel, una franja de terreno al sur del Sáhara que cruza África de este a oeste, ha experimentado en la última década un aumento de inestabilidad y violencia, convirtiéndose en una de las zonas más conflictivas del mundo. Mientras que la pobreza extrema y el cambio climático actúan como factores subyacentes, la incapacidad de los gobiernos regionales para proteger a sus ciudadanos ha permitido la expansión de la violencia yihadista que surgió en 2012 en Malí.