Dinamarca ha reforzado el control de sus fronteras, principalmente la terrestre con Alemania, ante la alarma causada por las sucesivas quemas del Corán en su territorio y las airadas protestas del mundo islámico. El Gobierno danés, liderado por la socialdemócrata Mette Frederiksen, anunció este viernes la medida, con carácter inmediato y que se mantendrá en principio toda una semana, dos días después de que Suecia adoptara asimismo medidas especiales por la misma razón. «El Gobierno se toma muy en serio la seguridad del país y las alertas de amenazas sobre esta», afirmó el Ministerio del Interior, a través de un comunicado.
Frederiksen y el jefe del Ejecutivo sueco, el conservador Ulf Kristersson, están analizando la posibilidad de restringir esas quemas o prohibirlas, al menos cuando se convoquen ante embajadas extranjeras o ante mezquitas. Sin embargo, se considera que será un proceso largo y dificultoso, ya que este tipo de acciones están amparadas por el derecho a la libertad de expresión tal como lo contemplan sus respectivas constituciones. La oposición de uno y otro país han criticado las propuestas orientadas hacia cualquier tipo de restricción.