Los obispos lusos ignoran el informe de la comisión independiente, que en febrero hablaba de 4.800 víctimas y exigía indemnizaciones, y han cancelado la inauguración de un memorial para las víctimas que iba a inaugurar el Papa
“Los obispos no creen lo que les dicen las víctimas, pero sí creen a niños pequeños que dicen que han escuchado a la señora sobre un árbol”. Antonio Grosso, superviviente de la pederastia clerical en la Iglesia portuguesa, critica con dureza la decisión de la Conferencia Episcopal del país de no dar espacio, de manera oficial, al tema de la pederastia durante la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que desde el 1 al 6 de agosto llevará a Lisboa a más de un millón de jóvenes (cien mil de ellos, españoles), y que contará con la presencia del papa Francisco.