Linda Thomas-Greenfield: “En este momento es una fea mancha en la credibilidad de la Comisión”.
Irán ha condenado su expulsión de la Comisión de la ONU sobre la Condición de la Mujer, el principal organismo sobre género de la organización, en una votación con 29 votos a favor, 8 en contra y 16 abstenciones. Una propuesta de Estados Unidos que Irán calificó de “herejía política ”.
“El sesgado acto de Estados Unidos contra la República Islámica es un intento de imponer demandas unilaterales e ignorar el proceso de elección de las organizaciones internacionales”, dijo en un comunicado el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Naser Kananí.
“Es una herejía política, que desacredita esta organización internacional y crea procedimientos unilaterales para futuros abusos de las instituciones internacionales”, indicó el diplomático.
Kananí además calificó de ridículo que Israel “con su negro registro de crímenes organizados contra la oprimida nación de Palestina” sea miembro de la Comisión de la ONU sobre la Condición de la Mujer.
También defendió “los grandes logros en el campo del progreso de la mujer” en los 43 años de existencia de la República Islámica.
El país persa, que este año había ingresado en la Comisión de la Mujer con un mandato de cuatro años, quedará así excluido de este foro compuesto por 45 países.
“La Comisión es el principal órgano de la ONU para promover la igualdad de género y empoderar a la mujer. No puede hacer su importante trabajo si es minada desde dentro. La membresía de Irán en este momento es una fea mancha en la credibilidad de la Comisión“, dijo la embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, al presentar la resolución.
Muerte de Mahsa Amini
La expulsión de Irán de la comisión es una respuesta a la represión de las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo en septiembre.
Las revueltas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años, pero han evolucionado y ahora los manifestantes piden el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979.
Durante las movilizaciones, al menos 2.000 personas han sido acusadas de diversos delitos y 11 de ellas, condenadas a muerte.
Hasta ahora, Irán ha ahorcado a dos presos de 23 años por su implicación en las protestas, el último de ellos esta semana en una ejecución pública en la ciudad de Mashad, colgado del mástil más alto de una grúa.
En los casi tres meses de protestas han muerto más de 400 personas y al menos hay 15.000 detenidos, según la ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.