Según el medio disidente persa ‘IranWire’, Elnaz Rekabi ha sido detenida y mandada hacia la prisión de Evin, donde la República Islámica encarcela a sus presos políticos
La atleta iraní que este domingo compitió en Seúl, Corea del Sur, sin el velo obligatorio que impone su país ha desaparecido durante la madrugada de este martes. Elnaz Rekabi —que quedó cuarta en el campeonato asiático de escalada— debía de volver a Irán el miércoles con sus demás compañeros, ha perdido todas sus vías de comunicación, explican sus allegados.
Según el medio iraní disidente ‘IranWire’, la escaladora ha sido secuestrada y detenida en la embajada de Irán en Corea del Sur. Desde allí, este martes, será mandada de vuelta a la República Islámica.
“Elnaz decidió de participar en la competición sin el hiyab hace un mes —justo cuando empezaron las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini, de 22 años, a manos de la policía moral—“, ha explicado a ‘IranWire’ una persona anónima cercana a a la deportista.
“Después de la competición, decidió no pedir asilo en Corea porque su marido está en Irán, y ella quería volver a casa”, explica esta fuente, que asegura que, durante el lunes, el jefe de la federación iraní de escalada engañó a Rekabi para que se entregase a la embajada iraní en Seúl. Para convencerla, el hombre le dijo que si se presentaba en el edificio consular, su vuelta a Irán sería segura y sin sobresaltos.
Ahora, tras su detención, Rekabi será mandada directamente a la prisión de Evin, según ‘IranWire’. Evin, en Teherán, es dónde la República Islámica encarcela a sus presos políticos y es la cárcel que se incendió este fin de semana pasado en circunstancias aún no esclarecidas. En ese incendio, según las autoridades iranís, murieron ocho personas.
“Para que no haya muchedumbres en el aeropuerto, parece que Elnaz viajará sola un día antes de lo previsto. Esperamos que pueda ser rescatada en el aeropuerto de Seúl, antes de embarcar”, dice esta persona anónima al medio disidente iraní.
Violencia en casa
Mientras tanto, la violencia y la represión en las protestas siguen en Irán un mes después de su inicio. Según estimaciones independientes, el número de muertos supera ya los 230, aunque la cifra podría ser mayor: las autoridades iranís no dan una cifra exacta, y son organizaciones de derechos humanos, exiliadas fuera del país, las que intentan recopilar los números de fallecidos.
Durante las últimas semanas, la represión policial y de los Basij —un cuerpo paramilitar compuesto en parte por antiguos convictos y criminales leales al régimen— ha ido en aumento, sobre todo en ataques contra jóvenes estudiantes de instituto y universitarios, quienes lideran la revuelta.
Ante ello, la Unión Europea adoptó este lunes sanciones contra 11 oficiales iranís y cuatro instituciones gubernamentales de la República Islámica, entre las que se incluye la policía moral del país.
Irán, que culpa de las manifestaciones a los “enemigos extranjeros”, ha condenado estas nueva medidas. “La UE ha adoptado nuevas sanciones superfluas contra ciudadanos iranís. Son un acto destructivos no calculado, basado en una desinformación descontrolada. Los disturbios y el vandalismo no son tolerados en ningún lugar; Irán no es una excepción”, dijo este lunes el ministro de Exteriores iraní, Huseín Amirabdolahián.
