Casos de bienes eclesiásticos que se ha identificado que se restauran o realizan labores de mantenimiento con fondos públicos. Estos casos suponen un clericalismo en tanto que el patrimonio particular sólo debe subvencionarse en caso de que esté catalogado y para ello además deben implementarse medidas para el goce público de ese patrimonio, con un régimen de visitas gratuitas debidamente publicitadas. No es de recibo que se mantengan los bienes con fondos públicos para que luego se cobren donativos obligatorios para que el público acceda a los mismos, exentos de impuestos y de beneficio directo para las entidades religiosas que poseen la titularidad.
- Urbanismo de Córdoba restaura y repone la cruz que corona la fuente de la Cuesta del Bailío. (En este caso se trata de un bien religioso de titularidad pública, no obstante, que puede incluso constituir un elemento ilegal en virtud de la nueva Ley de Memoria Democrática, ya que se trata de un elemento instalado durante el franquismo en el marco del nacional-catolicismo).
- Comienzan las obras de mejora del monasterio de Santo Toribio en el que el Gobierno de Cantabria dedicará 500.000 euros y gestionará el obispado.