Avanzan los trabajos para recuperar las vanguardistas creaciones que incluyen palacios municipales, cementerios y plazas.
El gobierno nacional avanza con la puesta en valor de la obra de Francisco Salamone, el icónico arquitecto ítalo-argentino que desarrolló la mayor parte de sus monumentales proyectos en pequeños pueblos del interior bonaerense. En una primera etapa invertirán más de $350 millones para restaurar sus creaciones que incluyen palacios municipales, cementerios y plazas.
El contraste entre la llanura pampeana y la obra de Salamone no puede ser mayor. Sus moles de hormigón jamás pasan desapercibidas. Las torres de sus palacios municipales o mataderos superan la altura máxima de las iglesias y suelen ser los espacios más elevados de las localidades donde están implantados.
El portal del Cementerio de Saldungaray.
Desde su redescubrimiento en los ’90 tardíos, las construcciones suman cada vez más fanáticos, pero Salamone aún está lejos de la fama de sus contemporáneos Alejandro Bustillo o Amancio Williams.
Por el momento Nación tiene en carpeta 12 intervenciones en 10 localidades como Alberti, Gonzalez Chaves, Guaminí, Pringles, Adolfo Alsina, Balcarce, Rauch, Saldungaray y Las Varillas, en Córdoba. Los trabajos están coordinados entre el Ministerio de Obras Públicas y el de Cultura.
En el Gobierno esperan que esa lista se amplíe. Una parte de la iniciativa consiste en brindar apoyo técnico a los pueblos para puedan «cargar sus pedidos». Es que algunas de las localidades tienen menos de 10 mil habitantes y otras incluso menos de dos mil y no abundan los especialistas en patrimonio.
El Palacio Municipal de Pringles.
La vida de Salamone es un misterio. En los 20 años posteriores a construir 72 obras con un estilo que mezcla el monumentalismo, el futurismo y el art decó en pequeñas localidades de la Provincia sólo levantó dos discretos edificios en Capital Federal y se dedicó la pavimentación de caminos.
Sus proyectos más importantes los realizó entre el ’34 y el ’38, la mayoría en pueblos alejados de la Capital, en una época donde los caminos asfaltados eran la excepción y no la regla. Si bien en su tiempo significaron la llegada del progreso y la integración a la Nación, los monumentales edificios fueron mirados de reojo por los vecinos hasta la segunda mitad de los ‘90.
Francisco Salamone en el norte argentino cerca de 1940.
Con el redescubrimiento de Salamone la percepción de sus diseños giró 180 grados. Miles de turistas llegan cada año para recorrer las obras y existen «rutas salamónicas», aunque no estás diagramadas de forma oficial. La idea de darle una articulación desde el Estado aún está en estudio.
Más allá de los proyectos de Nación para 2023, el Instituto Cultural de la Provincia prepara una muestra itinerante sobre Salamone que sería anunciada en los próximos meses y recorrerá varias localidades.