«Sería un desastre que el Santo Padre visitara primero Rusia y luego Ucrania. Es muy posible que se le cierren las fronteras de Ucrania si viene de Rusia», declaró el arzobispo católico de Lviv, Mieczysław Mokrzycki
«No sólo los fieles greco-católicos, sino también nosotros no estamos de acuerdo con todos los gestos del Santo Padre hacia Rusia; pero quizá no entendemos bien sus intenciones y su política», señaló el arzobispo en una entrevista
Es conocido el deseo del papa Francisco de viajar en cuanto pueda a “la martirizada Ucrania”, que ha reiterado en varias ocasiones. Incluso se habla de que, a su regreso de Canadá, viaje que emprende este 24 de julio, pudiese efectuarse ese viaje. Pero también es conocido su deseo de viajar a Rusia, de hecho, hace unas semanas mostró su deseo de viajar primero a Moscú y luego a Kiev. Y aunque esto, de momento, no parece factible, esas palabras no han gustado nada en Ucrania.
«Sería un desastre que el Santo Padre visitara primero Rusia y luego Ucrania. Es muy posible que se le cierren las fronteras de Ucrania si viene de Rusia», declaró el arzobispo católico de Lviv, Mieczysław Mokrzycki al semanario alemán Die Tagespost.
¿Ambigüedad de Francisco?
«Nuestros fieles dicen que hay que dirigirse primero a la víctima del accidente, al que sufre, y sólo después al que ha causado el accidente», según recoge la agencia KNA, que subraya también que aunque en Ucrania están muy agradecidos al Papa «por haber estado cerca del pueblo ucraniano desde el principio con sus oraciones y muchos llamamientos», están menos satisfechos con el hecho de que Francisco haya visitado primero al embajador ruso en Roma y nunca haya dicho claramente que Rusia estaba llevando a cabo una invasión de Ucrania, acusación esta que ha sido ampliamente replicada por los sectores más críticos con el Papa.
Mokrzycki, que fue secretario de Juan Pablo II y de Benedicto XVI en el Vaticano de 1996 a 2005, declaró textualmente al periódico: «No sólo los fieles greco-católicos, sino también nosotros no estamos de acuerdo con todos los gestos del Santo Padre hacia Rusia; pero quizá no entendemos bien sus intenciones y su política». Y además: «Esperemos que el Papa tenga buenas intenciones y con su forma de actuar traiga pronto la paz a Ucrania».
