“Está claro que no tienen intención de parar ahí. ¿Qué será lo siguiente? ¿Los métodos anticonceptivos? ¿Decidir cuántos hijos puede tener cada persona?».
Dentro de muy poco, el Tribunal Supremo de Estados Unidos probablemente anulará la sentencia del caso Roe contra Wade. El fallo sacudirá las elecciones midterm y les dará a los demócratas una nueva esperanza de conservar posiciones cruciales a nivel estatal en un panorama político en el que actualmente peligran sus escasas mayorías en el Congreso.
Si la decisión del Supremo sale adelante, será uno de los movimientos políticos menos populares de los últimos tiempos. Según décadas de encuestas públicas, solo un tercio de los estadounidenses apoya la anulación del precedente de hace 49 años que garantiza a las mujeres el derecho a abortar.
Los republicanos ya están haciendo malabares para quitar hierro a las consecuencias de la sentencia —en concreto, que el aborto podría prohibirse pronto en la mitad del país—, mientras que los demócratas esperan sacar petróleo de esta realidad para presentar a los republicanos como extremistas fuera de control.
″¿Qué es lo siguiente que van a atacar?” dijo el presidente Joe Biden a los periodistas el miércoles. “Make America Great Again es la organización política más extrema que ha existido en la historia de Estados Unidos”.
Biden ha sugerido que la mayoría conservadora de 6 a 3 en el Tribunal Supremo podría amenazar pronto el matrimonio homosexual y otras libertades individuales actualmente protegidas por la jurisprudencia. Los demás demócratas también se hicieron eco de estas preocupaciones.
“Está claro que no tienen intención de parar ahí”, aseguró la diputada Susan Wild. ”¿Qué será lo siguiente? ¿Los métodos anticonceptivos? ¿Decidir cuántos hijos puede tener cada persona? ¿Si puedes casarte con la persona que amas, sin importar su género o su color? ¿Si las mujeres pueden solicitar préstamos a su nombre? ¿O comprar una casa? ¿O elegir tener un trabajo?”.
No obstante, aunque el Supremo anule formalmente el caso Roe, es poco probable que se altere realmente la tendencia habitual de las elecciones midterm, en las que el partido en el poder casi siempre pierde escaños en el Congreso.
Solo una pequeña minoría de los estadounidenses considera que el aborto es un tema decisivo a la hora de votar, y es probable que la gran inflación y el descontento con Biden desempeñen un papel más importante en las elecciones de noviembre. Además, los republicanos tienen a su favor la distribución de los votos en estados clave y un mapa del Senado que otorga a los votantes blancos de las zonas rurales un poder masivamente desproporcionado en la política estadounidense.
“No creo que [la anulación del caso Roe] vaya a ser un punto de inflexión en las elecciones en Iowa”, comentó el miércoles la senadora republicana Joni Ernst. “Están preocupados por la mayor inflación en 40 años, por los precios en las gasolineras, por los malos datos económicos. Eso es lo que les preocupa”.
Una encuesta de la CNN realizada en enero muestra la complejidad de la cuestión. Esta encuesta reveló que apenas un 26% de los estadounidenses estaría “satisfecho” o “feliz” si el Tribunal Supremo anulara el caso Roe, mientras que el 60% estarían “insatisfechos” o “enfadados”. (A modo de comparación, los sondeos muestran que aproximadamente 3 de cada 10 estadounidenses apoyaban la idea de “desfinanciar a la Policía” en 2020, pero solo el 21% de los estadounidenses piensan que un candidato a un cargo electo debe compartir sus puntos de vista sobre el derecho al aborto).
Otros sondeos muestran el apoyo a algunas restricciones del derecho al aborto. La encuesta más reciente de Gallup sobre esta cuestión reveló que el 32% de los estadounidenses cree que el aborto debería ser legal en todo caso y el 13% dice que debería ser legal en la mayoría de los casos, mientras que el 33% dice que debería ser ilegal en la mayoría, y solo el 19% dice que debería ser ilegal en todo caso. De esto se deduce que buena parte de los votantes querría un punto intermedio.
El derecho al aborto, sin embargo, es muy popular entre dos grupos de votantes que preocupan a los demócratas: los jóvenes, que han perdido la confianza en Biden y cuya participación suele disminuir en las midterm, y las mujeres con estudios universitarios, a las que los republicanos llevan un tiempo intentando cortejar.
Mini Timmaraju, presidenta de la organización NARAL Pro-Choice America, comenta que el fallo del Supremo debería energizar a los votantes demócratas como nunca antes.
“Los demócratas creen que la anulación del caso Roe podría ayudar a los gobernadores en ejercicio y a los candidatos demócratas a ganar elecciones en estados indecisos”
“Este es el momento, es nuestra llamada de atención, no solo para los votantes, sino también para nuestros aliados de todo el espectro”, dijo. “Los movimientos por la justicia y por los derechos reproductivos llevan décadas avisando a todo el mundo que esto iba a ocurrir. La sentencia del caso Roe contra Wade ya era ineficaz en muchas partes del país y para las mujeres de color”.
El terremoto político que va a generar el fallo del Supremo probablemente se sentirá con mayor intensidad a nivel estatal, ya que el fallo otorgaría a los funcionarios estatales y locales un enorme poder sobre un derecho protegido durante mucho tiempo por una sentencia federal. Los demócratas, en particular, creen que la anulación de la sentencia del caso Roe podría ayudar a los gobernadores en ejercicio y a los candidatos demócratas a ganar elecciones en estados indecisos, como Nevada, Pensilvania, Michigan, Maine y Minnesota.
“Va a seguir habiendo un tira y afloja político”, especula el Fiscal General demócrata de Nevada. “Va a ocurrir a nivel federal y, obviamente, también a nivel estatal. Y sin duda va a llevar a las urnas a la gran mayoría de personas que todavía están a favor de este derecho constitucional. Al menos eso es lo que sospecho”.
La gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer, por ejemplo, ya ha solicitado al Tribunal Supremo del estado que garantice el derecho al aborto como derecho constitucional de Michigan. (Ahora mismo, el estado mantiene una prohibición del aborto que data de los años 30).
“No importa lo que ocurra en Washington, D.C., voy a luchar para garantizar el acceso al aborto seguro y legal en Michigan”, se comprometió Whitmer en un vídeo publicado en Twitter.
En muchos estados indecisos —como Michigan, Arizona y Pensilvania—, las legislaturas estatales controladas por los republicanos aprobarían con toda seguridad prohibiciones estrictas del aborto si tuvieran la oportunidad. Eso permite ahora a los demócratas de esos estados presentarse como la última línea de defensa.
“El veto de nuestro gobernador demócrata es la única protección que nos queda para proteger el derecho al aborto en Pensilvania”, dijo Josh Shapiro, fiscal general demócrata de Pensilvania.
La casi certeza de un gobierno federal dividido en 2023 significa que cualquier legislación radical sobre el derecho al aborto es imposible a corto plazo, pero es probable que se convierta en un tema importante en el Senado y la Cámara de Representantes.
Los votantes de Nevada se encuentran entre los más firmes partidarios del derecho al aborto del país. Una encuesta realizada el año pasado reveló que el 65% se describía como “favorable al derecho a decidir”, y la Constitución del estado protege el derecho al aborto hasta las 24 semanas. Pero Ford dijo que la posibilidad de una prohibición federal enfurecería a los ciudadanos de Nevada.
“Están tratando de inducir a los ciudadanos de Nevada a una falsa sensación de complacencia”, dijo Ford. “No nos dormiremos en los laureles”.
El rival más probable de Cortez Masto, el ex fiscal general de Nevada Adam Laxalt, elogió la decisión filtrada como una “victoria histórica para la santidad de la vida”, pero enfatizó que el derecho al aborto en Nevada es una “ley muy asentada”.
Las palabras de Laxalt son representativas de la estrategia del Partido Republicano en este tema: un esfuerzo por minimizar el impacto de lo que sería una victoria política sísmica para la derecha. El expresidente Donald Trump, que sigue siendo el líder de facto del partido, este martes volvió a repetir sus mentiras sobre las elecciones de 2020, pero no dijo nada sobre la probable decisión de anular el caso Roe, que solo será posible gracias a tres jueces que él nombró.
El líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, ha tratado de mantener el foco en quién filtró el borrador del fallo y dio instrucciones a los demás republicanos del Senado para que hicieran lo mismo. El Comité Senatorial Republicano Nacional, en un memorando del que informa Axios, pidió a los republicanos que se mostraran como políticos “compasivos, buscadores de consenso en la política del aborto”.
“Joe Biden y los demócratas tienen opiniones extremas y radicales sobre el aborto que son ajenas a la corriente principal de la mayoría de los estadounidenses”, afirma el memorando, destacando el apoyo de los demócratas al derecho al aborto tardío. El memorando pide a los candidatos republicanos que insistan en que no quieren encarcelar a los médicos, a pesar de que muchas de las leyes antiabortistas aprobadas por el Partido Republicano harían precisamente eso.
El impacto real de la sentencia del Supremo es difícil de predecir. Durante décadas, una fuerte mayoría de los votantes ha apoyado el derecho al aborto. Sin embargo, la encuestadora demócrata Molly Murphy dijo que la anulación del caso Roe contra Wade es un territorio inexplorado que los votantes ni siquiera se habían planteado.
“Lo más difícil es pedirle a la gente que imagine una hipótesis que nunca creyó que fuera a darse”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.