El sacerdote supuestamente entregó regalos y dinero a las víctimas entre 2016 y 2018 a cambio de relaciones y para que guardasen silencio
La Fiscalía de Córdoba pide una condena de 42 años de cárcel para un cura procesado por abusos sexuales a tres menores entre 2016 y 2018. El sacerdote presuntamente les daba regalos y dinero a cambio de favores sexuales, que los menores aceptaban sin que mediara intimidación ni violencia. El obispado de Córdoba, responsable del acusado, ha publicado un comunicado en el que afirma que, desde septiembre de 2018, impuso medidas cautelares siguiendo “el procedimiento previsto para estos casos” conforme a la norma canónica: suspensión del ejercicio público y protegiendo a las posibles víctimas. Este diario ha preguntado en varias ocasiones en los últimos años a este obispado sobre el número de casos que conoce, pero nunca ha recibido respuesta.
El sacerdote se sentará en el banquillo de la Audiencia de Córdoba acusado de tres delitos continuados de abusos sexuales y otros tres delitos continuados de prostitución, explotación sexual y corrupción de menores en un pueblo de la comarca Subbética, según ha avanzado este miércoles el diario Córdoba. “Con el propósito de satisfacer sus deseos sexuales, guiado por el ánimo libidinoso, ha venido desarrollando diversas prácticas sexuales con los menores de edad”, detalla el ministerio público sobre el cura en su escrito de acusación.
“El acusado ofrecía regalos atractivos que los menores deseaban a cambio de los encuentros sexuales, en concreto, ofrecía teléfonos móviles de alta gama, bienes de gran valor y dinero”, añade el relato de hechos de la Fiscalía. Al principio, el sacerdote propuso a los menores mantener relaciones, pero más tarde los adolescentes “cada vez que querían dinero y algún objeto de su interés” contactaban con el religioso para tener encuentros sexuales.
En el primero de los tres casos, el acusado invitaba a un menor a su casa a comer o a ver la televisión y, si bien las primeras relaciones sexuales fueron tocamientos de los genitales por encima de la ropa, más adelante derivaron en felaciones realizadas por sacerdote al menor y en relaciones sexuales completas entre ambos. El cura nunca empleó la violencia o la intimidación con este menor, sino que este solía pedir mantener relaciones a cambio de los regalos y dinero, añade el fiscal.
En los otros dos casos, el sacerdote realizó felaciones a los menores a cambio de un teléfono de alta gama, ropa, zapatillas deportivas o dinero en efectivo. La causa se instruyó en un juzgado de Lucena (Córdoba) por unos hechos sucedidos en una población de la comarca Subbética, que la Fiscalía ha ocultado para proteger a los menores víctimas de abusos.
El ministerio público solicita 10 años de prisión por cada uno de los tres delitos de abusos sexuales continuados y cuatro años por cada uno de los tres delitos de prostitución, explotación sexual y corrupción de menores. Además, reclama 10 años de libertad vigilada, inhabilitación y 25 años de alejamiento e incomunicación con las víctimas por los abusos sexuales continuados y otros cinco años de libertad vigilada por la prostitución, explotación sexual y corrupción de menores.