Polémica en Brasil tras un audio del titular de Educación que dice que a pedido de Bolsonaro favorece con fondos públicos a dos pastores evangélicos.
Varios partidos de la oposición han exigido que el mandatario y el titular de la cartera sean investigados por supuesto tráfico de influencias.
Brasil vive una nueva tormenta política tras la revelación de un audio en el que se escucha al ministro de Educación, Milton Ribeiro, decir que, a pedido del presidente Jair Bolsonaro, los presupuestos de su cartera favorecen a los proyectos de dos pastores evangélicos.
La grabación la publicó el diario Folha de Sao Paulo. «Fue un pedido especial que el presidente de la República me hizo sobre la cuestión de Gilmar [uno de los pastores]», dice Ribeiro en una reunión en la que participaron varios alcaldes y Gilmar Santos y Arilton Moura, los dos pastores de la trama.
Y continúa: «Mi prioridad es atender, primero, a los municipios que más lo necesitan, y segundo, a todos los que son amigos del pastor Gilmar».
Según el diario, el alcalde Gilberto Braga, del municipio de Luis Domingues, afirmó que, en un restaurante en Brasilia en presencia de otros políticos, Arilton Moura pidió un kilo de oro para liberar fondos para obras en educación.
La información fue confirmada al diario por otras dos personas que estuvieron presentes.
Ribeiro niega las acusaciones
El ministro, quien también es pastor evangélico, negó en un comunicado la acusaciones de tráfico de influencias y aseguró que Bolsonaro «no pidió una atención especial para nadie».
«Solo solicitó que pudiera recibir a todos los que me procurasen, incluidas las personas citadas en el reportaje», sentenció.
«Independientemente de mi formación religiosa, que es de todos conocida, reafirmo mi compromiso con la laicidad del Estado», subrayó Ribeiro, muy criticado por dirigir su trabajo en función de sus creencias religiosas.
El Gobierno de Bolsonaro ha estado marcado por importantes recortes de recursos en educación, que sacaron a las calles en varias ocasiones a cientos de personas en señal de protesta.
La Unión Nacional de Estudiantes (UNE), la Unión Brasileña de Estudiantes de Enseñanza Media (UBES) y la Asociación Nacional de Estudiantes de Posgrado (ANPG) denunciaron que Ribeiro estableció «una oficina paralela en ministerio» que trabaja «al margen de la legalidad».
«Vivimos la mayor crisis de la educación brasileña, con miles de jóvenes abandonando las escuelas y universidades y los estudiantes de posgrado con sus becas congeladas desde hace 9 años (…) y vemos al ministerio transformarse en un gran mostrador comercial al aire libre para alimentar los esquemas electorales del presidente», dijeron.
Ribeiro, teólogo y abogado, fue imputado en enero por homofobia por la Fiscalía.
El ministro concedió una entrevista en 2020 a un periódico nacional en la que dijo que los adolescentes homosexuales provienen de «familias inadaptadas».
La actual polémica salpica a Bolsonaro tan solo unos días antes de que presente su precandidatura para los comicios presidenciales de octubre donde se enfrentará, prácticamente con toda seguridad, al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, que lidera todas las encuestas.