El Bundeswehr, el Ejército federal alemán, ha adelantado el cierre definitivo de su base de Talokan, en el norte de Afganistán, ante los disturbios con numerosos muertos que se han producido en todo el país por la profanación del Corán por parte de militares de la OTAN.
Las protestas persisten por cuatro día consecutivo y se extienden a más ciudades. Centenares de manifestantes marchan hacia el palacio presidencial en Kabul una vez concluidas las plegarias del viernes. La policía dispara al aire para dispersar a a la multitud que grita lemas como "¡Muerte a América!" o "¡Larga vida al islam!", según la agencia Reuters. Los soldados y los antidisturbios de la policía están en alerta. También ha habido protestas en las provincias de Baghlan y Kunduz (en el norte), Bamyan y Ghazni (en el centro) y en Nangarhar (este), según informa France Prese. Este viernes también ha habido una protesta por la profanación ante la Embajada de Estados Unidos en Kuala Lumpur, capital de Malasia.
Un portavoz del Ministerio germano de Defensa informó hoy de que el cierre definitivo de la base estaba previsto para el mes próximo, pero que las protestas que se han producido ante la misma han conducido a un adelanto de la operación de retirada.
Añadió que la base ha sido abandonada ya por los 50 militares germanos que la ocupaban junto a la totalidad de sus vehículos y que todos ellos se han trasladado a la base mayor de Kunduz, distante unos 70 kilómetros.
Reporteros alemanes presentes en la zona informaron de que la base germana de Talokan fue atacada con piedras por unos 300 manifestantes enfurecidos por las noticias sobre la profanación del Corán.
La base alemana clausurada, un pequeño complejo en el que resultaba complicado garantizar una seguridad total para sus ocupantes, se encuentra en la capital de la provincia de Tachar, de unos 200.000 habitantes.
La pasada primavera, la base alemana de Talokan fue atacada por manifestantes, varios de los cuales perecieron cuando los militares germanos repelieron la agresión.
Semanas después se produjo en la misma localidad un atentado con bomba contra el palacio del gobernador de Talokan en el que murieron, entre otras personas, el jefe de policía del norte de Afganistán y dos soldados alemanes.
El comandante en jefe de las tropas alemanas en el norte de Afganistán, el general Markus Kneip, resultó herido en aquel ataque.