El Parlamento Europeo se niega a la solicitud de la eurodiputada Isabel Benjumea (PP) de donar las figuras de un belén para que sea expuesto en alguna de las salas principales.
El pasado 3 de diciembre, la europarlamentaria escribió al presidente del Parlamento, el socialista David Sassoli, para recordarle su intención de traer del Puerto de Santa María de Cádiz un Belén con el que el Parlamento «pudiera conmemorar públicamente este tiempo del año tan importante para millones de ciudadanos de la Unión».
En la misiva, Benjumea recuerda a Sassoli que con este «pequeño gesto, la institución podría demostrar que es sensible y reconoce la historia cultural y las raíces cristianas de los ciudadanos europeos, además de la industria de la artesanía que se ha desarrollado en muchos países de la Unión alrededor de esta efeméride».
No es la primera vez que Benjumea intenta que esta sede parlamentaria acoja esta tradición. La negativa a colocar el Belén se suma a la propuesta fallida hace unas semanas de la Comisión Europea de felicitar las «fiestas» en lugar de la «Navidad». «Todo esto que está pasando no es una anécdota, no estamos ante una broma. Es algo muy serio porque estamos ante una corriente minoritaria apoyada por la izquierda radical y movimientos ultras, que han creado unos colectivos de pequeños ofendidos y que pretenden borrar el cristianismo de la identidad europea y quieren imponernos su manera de ver la vida. Yo creo que reivindicar la Navidad o el cristianismo no un acto solo de fe sino de reivindicar nuestra identidad europea», apuntó.