El Gobierno de EEUU ha anunciado que pedirá al Tribunal Supremo que bloquee la ley antiaborto de Texas, una de las más restrictivas de país, mientras se resuelve una disputa legal sobre esta normativa.
Así lo ha señalado el portavoz del Departamento de Justicia estadounidense, Anthony Coley, en un breve comunicado en el que no ha ofrecido más detalles.
Hace una semana, un tribunal federal de apelaciones restituyó la ley antiaborto puesta en marcha en Texas, estado gobernado por los republicanos, tan solo dos días después de que un juez la bloqueara temporalmente.
La decisión de restituir la ley, que entró en vigor el 1 de septiembre y que prohíbe prácticamente cualquier interrupción del embarazo, la tomó el Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito, uno de los más conservadores del país.
La corte adoptó esa resolución en respuesta a un recurso del fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, contra el fallo adoptado el 6 de octubre por un juez federal de distrito; y este jueves resolvió que se celebre una nueva vista a principios de diciembre para dirimir el asunto.
Sea cual sea la decisión final de la corte de apelaciones, lo más probable es que el caso termine de nuevo ante el Supremo, que semanas atrás rechazó estudiar la ley aunque admitió que los litigantes habían planteado dudas serias sobre su constitucionalidad.
El veto de Texas -que prohíbe el aborto desde las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas y no contempla excepciones en casos de incesto o violación-, es el más restrictivo de los 90 que han entrado en vigor este año en territorios de todo el país, impulsados por líderes conservadores en Congresos estatales.