Sin aborto y sin matrimonio igualitario. Bukele, el presidente de El Salvador, ha expresado a través de sus redes sociales: “He decidido, para que no quede ninguna duda, no proponer ningún tipo de reforma a ningún artículo que tenga que ver con el derecho a la vida (desde el momento de la concepción), con el matrimonio (manteniendo únicamente el diseño original, un hombre y una mujer), o con la eutanasia”.
Bukele recibió el pasado miércoles el proyecto de reforma, elaborado bajo el liderazgo del vicepresidente, Félix Ulloa. La sociedad civil lo cuestiona por haber sido preparado “verticalmente”, es decir, desde el Gobierno. La propuesta también amplía el mandato presidencial de cinco a seis años, a partir de 2027, e instaura la posibilidad de revocarlo.
Sin embargo, Bukele ha decidido retirar la sección en la que se hace mención a los “cónyuges”, así como también reconoce “el derecho a la vida tanto del no nacido como de la gestante”, que abría la opción para el aborto cuando la vida de la madre estuviese en peligro, algo negado en El Salvador.
LOS RECLAMOS DE LA IGLESIA
Esta decisión del mandatario se produce luego de que el último domingo, la Conferencia Episcopal de El Salvador (Cedes) se pronunciara con un rechazo ante las propuestas, lo cual tuvo un peso en las decisiones de Bukele.
La Iglesia aludió que: “Como cristianos, estamos absolutamente a favor de la vida, desde su concepción hasta su muerte natural. No se puede aceptar una reforma constitucional que ponga las condiciones para la legalización del aborto. Tampoco (…) que con un lenguaje equivoco, llamándole muerte digna, legalice la eutanasia. Nunca será legal el asesinato”. De igual modo, los obispos consideraron que: “el fundamento de la familia es el matrimonio (…) gracias a la natural complementariedad entre el hombre y la mujer”