En el Tribunal Administrativo del Meta cursa una nulidad que busca suspender la “Semana de la Biblia” en el Meta, ordenanza del departamento desde 2009, pues violaría el principio de laicidad del Estado. El proceso está “engavetado”, como lo denuncia la Asociación de Ateos de Bogotá.
Acaban de cumplirse cuatro años desde que el Tribunal Administrativo del Meta, el 27 de julio de 2017, admitió la acción de nulidad con la que el ciudadano Miguel Ángel Garcés exige se respete la laicidad del Estado, buscando suspender la “Semana de la Biblia” en el Meta. Lo último que se sabe es que, hace dos semanas, el despacho judicial abrió un espacio de 30 días para que todo ciudadano o asociación emita su punto de vista, en relación con la celebración aprobada para la última semana de septiembre de cada año.
La “Semana de la Biblia” en el Meta se aprobó el 30 de noviembre de 2009, a través de la Ordenanza 710 de la Asamblea Departamental. “Durante esta semana se promoverá la lectura de la Biblia, utilizando todos los medios de comunicación disponibles en todos los municipios, y se realizaran actividades públicas para su difusión”, se explica en el documento. Además, el departamento se comprometió, a través de la Secretaría Social y de Participación, a “adoptar las medidas adecuadas” para celebrar la semana exclusiva de la Biblia, “facilitando los medios” para las iglesias Cristianas, Católicas y Evangélicas.
El exgobernador del Meta, Darío Vásquez Sánchez, según reposa en el expediente, sancionó la Ordenanza el 14 de diciembre de 2009. Ante lo que consideró una clara violación al carácter laico de Colombia, el accionante Miguel Ángel Garcés promovió una nulidad asegurando que la “Semana de la Biblia (…) vulnera de manera grosera la Constitución Política al promover la lectura de un libro de carácter sagrado para unas iglesias en particular, olvidándose del rol del Estado colombiano de acuerdo a la actual carta constitucional”.
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El Espectador pudo constatar, por ejemplo, que en la última semana de septiembre de 2014, en un evento público en Villavicencio (Meta), un pastor llevó a cabo una oración por los gobernantes de la ciudad. Con micrófono y biblia en mano, en medio de una carpa inscrita con la frase “Semana de la Biblia”. “No debemos de quejarnos de ellos, sino orar por ellos. Porque la palabra de Dios va a cumplir un propósito en sus vidas. Amén. Vamos a orar por estos gobernantes. Son 19 concejales, 11 diputados, el alcalde, el gobernador, los secretarios, los asesores y los comandantes de las Fuerzas Militares”, explicó el pastor.
Asimismo, la Institución Educativa Lejanías, en la ciudad del mismo nombre en Meta, ha realizado celebraciones en el marco de la “Semana de la Paz y de la Biblia”. Por ejemplo, entre el 6 y 11 de septiembre de 2020 se invitó a la comunidad a participar en actividades para el desarrollo de habilidades comunicativas, interpretativas y reflexivas, “que permitan fomentar en los estudiantes el conocimiento de la Sagrada escritura, desde su propia doctrina, como fuente de conocimiento y aplicación de las leyes de Dios, para su desarrollo integral”.
La Institución Educativa Lejanías dejó claro que realizaba la celebración “teniendo en cuenta las doctrinas religiosas existentes en el municipio y atendiendo la Ordenanza 710 del 30 de noviembre de 2009 de la Asamblea Departamental”. De acuerdo con la acción de nulidad, sin resolver en el Tribunal Administrativo del Meta, el Estado no es promotor o financiador de actividades de un grupo de la sociedad, en este caso religioso. Además, el accionante denuncia que el Estado debe ser neutral y carecer de compromisos con una postura en específico.
“El establecimiento de privilegios a una religión determinada o el patrocinio directo y la difusión de celebraciones religiosas de un credo determinado trae como consecuencia el abandono de la neutralidad y la violación del ordenamiento constitucional (…) al destinar partidas presupuéstales que tengan como finalidad la promoción y difusión de la lectura de un libro que algunas confesiones religiosas consideran sagrado se rompe de manera evidente la disposición constitucional que establece que todas las iglesias son iguales ante la ley”, explicó el ciudadano en su acción.
El mismo ciudadano puso de presente un pleito judicial ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Meta, resuelto en diciembre de 2013, en el cual se declaró nulo el Acuerdo 078 del 9 de diciembre de 2009, por el cual se adoptó la “Semana de la Biblia” en Villavicencio. Por esa razón, según la sentencia, el municipio no debe “reconocer con recursos públicos unos gastos a Iglesias que profesan ciertas creencias religiosas”. En ese caso, el despacho administrativo no atendió los argumentos de la Administración Municipal, que aseguró que se trataba de la expansión de actividades lúdicas asociadas con doctrinas espirituales en espacios abiertos.
El 12 de octubre de 2017, días después de que fuera admitida la nulidad, el Departamento del Meta respondió al accionante. Mediante un abogado, la institución aseguró que en ningún momento se firmó que la Gobernación debe proveer recursos para la “Semana de la Biblia”. Además, que la celebración no viola los principios de la Constitución. “Es una apreciación subjetiva del actor”, señaló el abogado. “La Ordenanza (…) no está violando ningún derecho fundamental, pues no está obligando a ningún grupo religioso a que se someta a su rigorismo, ni tampoco, que se haga parte obligatorio de su cumplimiento”, agregó.
Desde entonces, no había noticias sobre el proceso de nulidad. Recién el pasado 27 de julio el Tribunal dio un plazo de 30 días para recoger valoraciones sobre la “Semana de la Biblia”. Una de las asociaciones que entregará su opinión es la Asociación de Ateos de Bogotá. “Esperemos que las personas que apoyen el carácter laico del Estado puedan participar. Una vez surtido ese trámite el proceso continuará y luego se emitirá la sentencia que es de única instancia por tratarse de una ordenanza departamental”, explicó Diego Vargas Aguilar, representante de la asociación.
“Por lo que investigamos, generalmente en esa semana aparecen las redes sociales oficiales de los municipios con proselitismo a favor de celebraciones relacionadas con la Biblia. Una de las cosas que encontramos es que siempre es proselitismo de tipo cristiano, se supone que si es una celebración publica, no solo deberían permitir esa doctrina. Deberían aceptar que los ateos promuevan una conferencia, pero eso no lo permiten. Hemos intentado colarnos, solicitar participar como ateos, haciendo nuestra critica, pero siempre terminamos rechazados”, concluye Vargas.