El canonista Thomas Schüller cree que el cardenal Marx presentará su renuncia al Papa si se llegan a confirmar las sospechas sobre su actuación en un caso de abusos. Los obispos Bätzing y Ackermann también están implicados en ese mismo caso, que tuvo lugar en el año 2006.
La actuación del cardenal Reinhard Marx en el caso del párroco M. Fehler, acusado de abuso, podría conducir a la renuncia del arzobispo de Múnich.
Según Thomas Schüller, profesor de derecho canónico en Münster, Marx no cumplió con su obligación de esclarecer, reportar, informar e impedir.
En entrevista con el periódico «Ausburger Allgemeiner», Schüller muestra las sombras que cubren ahora a Marx de su época como obispo de Trier a partir del año 2000.
Particularmente llamativo es que en el caso del párroco Fehler no solo Marx, sino –de acuerdo con el periódico–, también Georg Bätzing, actual opispo de Limburg, y Stephan Ackermann, obispo de Trier, estarían involucrados dados los cargos diocesanos que desempeñaban.
Al arzobispo de Múnich se le reprocha no haber actuado cuando en el año 2006 se mostraron claros indicios de que el sacerdote mencionado podría ser un abusador. Según la revista «Christ und Welt» [Cristo y Mundo], el párroco siguió teniendo contacto con jóvenes y niños, incluso iba de vacaciones con ellos, y fue denunciado varias veces.
Para Marx, a quien el criminalista alemán Christian Pfeiffer acusa de ser el «principal culpable» de que no hubiera transparencia en la Iglesia respecto al manejo de los casos de abusos, la situación se puede complicar bastante. Schüller manifestó al «Ausburger Allgemeiner» que Marx presentará su renuncia si las sospechas sobre su proceder se llegan a confirmar.
Caso Marx versus caso Woelki
Resultaría significativo que el cardenal miembro del G-9 que asesora al Papa para la reforma de la Curia y que ha sido cabeza visible del movimiento heterodoxo de gran parte de la Iglesia en Alemania, tuviera que dimitir por algo de lo que se acusó falsamente al cardenal Woelki, líder del sector partidario de no conducir a la Iglesia germana al cisma. Los partidarios de plantar cara a Roma intentaron provocar la dimisión del cardenal y arzobispo de Colonia.