El 18 diciembre de 2020, el parlamento de Suiza aprobó el matrimonio igualitario. La nueva legislación establece “el derecho al matrimonio y la familia” sin definiciones excluyentes de dichas instituciones. A su vez, también otorga a las parejas de lesbianas el acceso a la fertilización asistida.
En el Consejo de los Estados (cámara alta) el proyecto, que había sido presentado hacía siete años, fue apoyado por 24 diputados, rechazado por 11 y otros 7 se abstuvieron. En junio había sido votado por el Consejo Nacional (la cámara baja), con 136 diputados a favor, 48 en contra, y 9 abstenciones.
Ante la aprobación el partido cristiano ultraconservador Unión Democrática Federal impulsó una campaña con el lema «sí al matrimonio y la familia, no al matrimonio para todos», denunciando que los matrimonios entre personas del mismo género son “falsos” dado que argumentando que solo un hombre y una mujer puede construir un vínculo «natural» de por vida.
Con esa campaña, una semana antes de que se venza el plazo, llegaron a juntar 61.027 firmas para someter la aprobación de la ley a un referéndum. La legislación de Suiza contempla que las leyes aprobadas por el Parlamento, pueden ser sometidas a un referéndum si así lo solicitan al menos 50.000 firmantes en un plazo de cien días posterior a la publicación oficial de la ley. El mecanismo permite que se vete dicha ley.
En respuesta a esto, la organización Operation Libero lanzó una campaña que logró reunir cien mil firmas apoyando la idea de que “es importante que las personas en Suiza puedan casarse independientemente de su orientación sexual o identidad de género”. Las encuestas arrojan cifras de apoyo al matrimonio igualitario de alrededor del 80 %.
La cancillería federal debe fijar en mayo una fecha para realizar el plebiscito, que sería posterior a septiembre. Como suele suceder, ante cada derecho conquistado por las personas LGBTIQ+ producto de la movilización hace décadas, los sectores reaccionarios no se quedan quietos e impulsan todas las instancias y medidas posibles para poner restricciones o directamente impedir su aplicación.