La Cámara de Representantes aparta a Marjorie Greene de los comités en los que servía por sus posiciones extremistas. Solo 11 republicanos respaldan la medida impulsada por los demócratas, una acción sin precedentes en la historia moderna.
La Cámara de Representantes expulsó el jueves a la congresista republicana Marjorie Taylor Greene de los dos comités legislativos de los que formaba parte, una acción sin precedentes en la historia moderna del país. La maniobra responde a las posiciones extremistas de la diputada por Georgia, que ha abrazado toda clase de teorías conspiratorias, muchas de ellas de corte racista, y ha respaldado en las redes sociales la ejecución de los líderes demócratas en el Congreso. La votación llegó un día después de que su partido decidiese mantenerla en los comités de Educación y Presupuestos, llegando incluso a ovacionarla al término de una reunión en la que Greene mostró algo de contrición por las violentas y delirantes posturas que enarboló antes de llegar al Capitolio.
Esa reunión sirvió para retratar al liderazgo republicano, que ha llegado a definir a la defensora de QAnon como un “cáncer” en el seno de su formación, pero no ha tenido agallas para romper con ella por temor a las represalias de los votantes trumpistas del partido, la facción a la que pertenece la congresista. Solo 11 republicanos acabaron votando para apartarla de los comités, frente a los 199 que optaron por darle su respaldo, toda una señal de la toxicidad que se ha instalado en el Grand Old Party tras los cuatro años de la presidencia de Donald Trump. La oposición del grueso de sus diputados no impidió que los demócratas impusiesen su mayoría en la Cámara para expulsar a Greene de los comités.
Apoyo a QAnon
Pocas horas antes de la votación, la congresista compareció ante el pleno para retractarse de algunas de sus posturas, aunque en ningún momento pidió perdón. Ni siquiera por haber respaldado el llamamiento de unos seguidores a matar de un disparo en la cabeza a la demócrata Nancy Pelosi o por haber pedido a los votantes de Trump que tomaran por la fuerza las instituciones públicas en las jornadas previas al asalto al Capitolio. Durante su discurso Greene trató de distanciarse de QAnon, una conspiración que acusa a las élites demócratas de dirigir una red satánica y caníbal dedicada a matar a niños para beberse su sangre. “Cuando empecé a encontrar desinformación y mentiras en estas entradas de QAnon dejó de creer en ello”, afirmó tras precisar que su iluminación habría llegado en 2018.
Lo cual no es verdad porque hay varios vídeos del 2019 en los que aparece llamando “patriotas” a los seguidores de esa descabellada teoría. Durante la alocución también dijo que es “totalmente cierto que el 11-S sucedió” o que las masacres escolares “son completamente reales”, algo que había negado hasta ahora diciendo que fueron montajes con actores organizados por el Gobierno. “Las palabras del pasado no me representan”, dijo Greene en la comparecencia. La misma Greene a la que Trump definió como «una futura estrella del Partido Republicano».