Una investigación irlandesa sobre los hogares para madres solteras estatales y gestionados por la Iglesia Católica entre 1922 y 1998 encontró un «nivel espantoso de mortalidad infantil«, con unos 9.000 niños muriendo en los llamados hogares para madres y bebés.
Eso representa alrededor del 15% de todos los que ingresaron en estas instituciones, sin una sola explicación para una tasa tan alta de mortalidad, según el informe encargado por el gobierno y publicado este martes.
El primer ministro de Irlanda, Micheál Martin, ha pedido perdón a las «madres solteras y los bebés» que sufrieron «terribles abusos» en estas instituciones durante gran parte del pasado siglo, como consecuencia de una sociedad con actitudes «retorcidas respecto a la sexualidad y asuntos íntimos».