La justicia argelina condenó hoy al militante del Hirak (movimiento de protestas populares), Yacine Mebarki, a diez años de prisión y una multa de 66.000 euros- la pena más severa pronunciada contra un manifestante- acusado de «incitación al ateísmo», informó hoy el Comité Nacional para la Liberación de Detenidos (CNLD).
El activista fue detenido el pasado 30 de septiembre tras un registro domiciliario en el que las fuerzas de seguridad encontraron ejemplares religiosos y un antiguo libro del Corán con una hoja arrancada, reveló el Comité en su cuenta oficial sin dar más detalles.
El artículo 160 del Código Penal argelino estipula penas de entre cinco y diez años de cárcel «para quien voluntariamente y en público destruya, mutile, degrade o profane el libro sagrado».
El proceso comenzó el pasado 6 de octubre en el Tribunal de Khenchle, a 500 kilómetros de la capital, en el que la Fiscalía pidió ocho años de prisión por los cargos de «incitación al ateísmo», «ofensa al islam» y «atentado contra la unidad nacional».
Para la Liga Argelina por la Defensa de los Derechos Humanos (LADDH), Mebarki ha sido detenido «por expresar su opinión en las redes sociales» y exigió la anulación del proceso así como su liberación. Asimismo la organización recordó que el derecho a la conciencia y a la libertad de opinión están recogidos en la constitución así como en las convenciones internacionales ratificadas por Argelia.
El movimiento del Hirak arrancó en febrero de 2019 para pedir la dimisión del entonces presidente Abdelaziz Bouteflika, en el poder desde hacía dos décadas, y tras su dimisión, siguió tomando la calles masivamente cada martes y cada viernes para reclamar el fin del régimen militar que domina el país desde la independencia de Francia en 1962. Sin embargo, el pasado mes de marzo las manifestaciones fueron interrumpidas por las medidas para contener la pandemia de la COVID-19.