El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha criticado este martes el anuncio de su homólogo francés, Emmanuel Macron, sobre un nuevo plan contra el «separatismo islámico» en el país y ha afirmado que las declaraciones del mandatario galo sobre el Islam son «una clara provocación».
«Las palabras de Macron afirmando que ‘el Islam está en crisis’ en una ciudad donde los musulmanes son mayoría va más allá de la falta de respeto y son una clara provocación», ha dicho. Macron realizó el anuncio en Les Mureaux, que cuenta con una importante población musulmana.
«Atacar a los musulmanes se ha convertido en una de las herramientas más importantes de los políticos europeos para ocultar su fracaso», ha criticado Erdogan, quien ha recalcado que «los líderes políticos atrapados en políticas internas y fallidas políticas externas intentan cubrir su incapacidad atacando al islam».
Así, ha manifestado que «Macron quiere ocultar la crisis que Francia y la sociedad francesa sufren hablando de la crisis del mundo islámico». «Se entiende que con la ley contra el extremismo el objetivo principal no es luchar contra los fanáticos, sino rendir cuentas con el Islam y los musulmanes», ha argüido.
Por ello, el presidente turco ha pedido a Macro que «no intente ser un gobernador colonial» y ha añadido que «los que se desvían del objetivo en lugar de hacer frente al racismo y la islamofobia son los que dañan a sus sociedades», según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
«La estigmatización de musulmanes, que han vivido en la sociedad francesa desde hace medio siglo, como separatistas llevará a grandes conflictos. Nadie tiene derecho a poner en riesgo la seguridad de los musulmanes y sus propiedades o su libertad de credo», ha remachado.
Macron, que se señaló como responsable directo de este «separatismo islámico», anunció una ampliación de la prohibición del uso del ‘hiyab’, el endurecimiento de los controles sobre las asociaciones musulmanes y modificaciones en el sistema escolar y de formación islámica.
«Nosotros mismos hemos construido nuestro propio separatismo», dijo. «Hemos construido una concentración de miseria y dificultades y lo sabemos muy bien. Hemos creado barrios donde la promesa de la República no se ha cumplido», lamentó, antes de achacar parte de la culpa al «trauma» provocado por los años del postcolonialismo y al «engañoso» discurso en este sentido que algunos emplean para fomentar el «odio» contra la República.
En el ámbito escolar, Macron anunció que la «educación en el hogar» ahora estará «estrictamente limitada, en particular a los requisitos de salud», declarándose contrario a la tradicional opción por la que muchas familias musulmanas acaban enseñando a los niños en casa, donde la educación religiosa islámica supere a las lecciones escolares.
El cuarto eje de la estrategia de Macron consiste en la creación de un «Islam de la Ilustración», concebido en concordia entre las autoridades musulmanas del país y el Gobierno francés, para ayudar a esta religión a estructurarse «como un socio de la República».
En este sentido, Macron ha planteado una nueva política de formación de imanes musulmanes en Francia a lo largo de los próximos cuatro años, con certificación incluida por parte del Consejo francés para el culto musulmán. «Formaremos a nuestros imanes en Francia», aseguró el presidente, al tiempo que anunció un programa de apoyo económico a la Fundación para el Islam en Francia en los campos de la cultura, la historia y la ciencia».
