En realidad son más de 3.722 inmuebles, ya que son muy numerosas las inscripciones que registran varios inmuebles: iglesia y casa rectoral, bajos comerciales, edificio completo… como son muchos los municipios en los que según este listado, la iglesia no ha inmatriculado ningún bien, aunque fuese el templo y la casa parroquial. Por otra parte el Govern no se plantea más que la reclamación de posibles dueños para llevarla a una comisión de mediación, sin que entre la recuperaciones de los bienes patrimoniales que fueron construidos con fondos públicos.
La Iglesia católica ha inscrito 3.722 inmuebles a su nombre en Catalunya, sin ningún título que acredite su propiedad, según ha informado hoy el Govern de la Generalitat. Estos datos constan en el conjunto de los registros de la propiedad de toda Catalunya, según inscripciones hechas entre los años 1946 y 2015 gracias a una ley franquista. Toda esta información han sido puesta a disposición del público a través de una página web para que los posibles verdaderos propietarios puedan reclamarlas a través de una mesa de negociación específica creada por la Generalitat y también presentada hoy.
Estas inscripciones registrales se denominan inmatriculaciones y se refieren tanto a fincas rústicas (41 %) como a construcciones dedicadas al culto en su mayoría (50 %) -templos, ermitas, cementerios, capillas, conjuntos eclesiásticos y santuarios-. Las inmatriculaciones se han ido realizando a lo largo de 70 años gracias a una reforma legal franquista, realizada en 1946, que facultaba a los obispos a actuar como notarios o registradores y a inscribir por tanto propiedades a nombre de la Iglesia sin documentar su titularidad.
Estos datos han sido facilitados hoy en una visita a la ermita de de Sant Pere de Vallhonesta, en Sant Vicenç de Castellet (Bages), que han realizado el vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, y la ‘consellera’ de Justícia, Ester Capella. Este municipio y ese lugar han sido escogidos ya que se trata de una de las numerosas propiedades eclesiásticas cuya propiedad reclama un particular y también el pueblo de Sant Vicenç de Castellet.
La Generalitat es la primera Administración del Estado que ofrece el listado de estos bienes eclesiásticos y que incluso los ha reunido en un mapa interactivo con el fin de que los particulares, entidades y ayuntamientos que quieran reclamar alguna de esas propiedades puedan iniciar los trámites. También se ha creado una mesa de negociación para ese fin a través del Centre de Mediació de Catalunya, lo que ahorrará costosos y largos procesos judiciales a los afectados.
La ‘consellera’ Ester Capella ha recordado que «la inmatriculación de fincas ha enfrentado a la Iglesia con particulares y administraciones, que ahora al menos pueden saber dónde están estas propiedades, de qué tipo son y a nombre de quién se han registrado». Capella ha destacado el arduo trabajo realizado por los registros de la propiedad de Catalunya para crear esta base de datos hecha pública ahora, que incluye desde iglesias hasta plazas públicas colindantes a esos templos.
«Cualquier administración o particular se puede considerar legítimo propietario y ahora hay que estudiar cada caso y hacer todo lo posible para salir de dudas. No se trata de señalar a nadie con el dedo, sino de buscar soluciones -ha matizado la ‘consellera’-. Esto no va contra nadie, sino a favor de la transparencia. Tenemos un problema y todas las partes deben admitirlo y reconocerse. Por eso divulgamos las inmatriculaciones y hacemos un llamamiento para que la Iglesia se siente, negocie, dialogue y pacte».