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Se realizó el Seminario «Libertad de conciencia y laicismo en Argentina, Latinoamérica y el mundo: luchas, logros y horizontes»

Organizado por las cátedras de Libre Pensamiento de la Gran Logia Argentina de las Universidades Nacionales de La Plata y del Litoral, se realizó el 2° seminario euro-argentino “Libertad de conciencia y laicismo en Argentina, Latinoamérica y el mundo: luchas, logros y horizontes”, que tuvo lugar en el Salón de Consejo Superior de la UNLP.

Participaron del encuentro el Dr. Jaques Lafouge, abogado, escritor, vice-presidente de la Fédération Nationale de la Libre Penseé (FNLP, Francia); Fernando Lozada, Director del Congreso Nacional de Ateísmo en la Argentina; y Carlos Cebey, co fundador de Franja Morada, maestro normal, y maestrando en Ciencias Sociales.

El objetivo del seminario fue problematizar sobre el estado de la cuestión religiosa en Argentina y el Cono Sur, revisando la diversidad y el peso de las organizaciones conservadoras de la Iglesia Católica. La idea fue poner el foco en la importancia de un Estado laico, que garantice la libertad y la igualdad de todos los ciudadanos.

 “Actualmente vivimos en un Estado laico en donde el Obispo gana 4500 euros al mes”, ironizó el Dr. Jaques Lafouge, quien hizo hincapié en el peso que aun hoy tiene la Iglesia Católica en el Estado. “La potencia de la Iglesia es muy grande. En Francia, muchos católicos no creen en Dios, con lo cual se demuestra que para ellos la Iglesia es una etiqueta social. Los Estaos le dan mucha plata a la Iglesia, el Vaticano se hace oír en los ámbitos políticos, y  eso va en contra de nuestra independencia”, manifestó.

Además, Lafouge sostuvo que “La influencia de la Iglesia en las cuestiones sociales es muy grande, por ejemplo, en México el aborto estaba permitido, pero poco a poco se fue restringiendo ese derecho. Debemos unirnos y así avanzar hacia una estructura social más justa”.

En este sentido, Fernando Lozada, miembro fundador de la Asociación Civil Ateos de Mar del Plata, expresó que “Los ateos nos agrupamos y trabajamos por un Estado laico, no por un Estado ateo. Es decir, no queremos un Estado que fomente el ateísmo, sino un Estado que garantice la libertad de cultos y creencias.  Trabajamos desde la democracia para el acceso a la educación, para el acceso a la salud, educación y salud despojadas de las exigencias de las religiones y que los sistemas jurídicos estén basados en la igualdad y en la diversidad”.

“Necesitamos un Estado laico, y ese objetivo es superior a cualquier dogma, por eso nos unimos con varias agrupaciones, incluso evangélicas, en un proyecto de ley de libertad de conciencia, presentado por la Coalición Argentina para un Estado Laico, conformada por asociaciones de creyentes, no creyentes, asociaciones ateas, es decir, es muy plural. Nuestro objetivo por un Estado laico es un objetivo superior a todas esas creencias. Es muy probable que mañana, o en estos días este proyecto entre al congreso”, explicó Lozada.

Por último, expuso el Dr. Carlos Cebey, quién se refirió a la situación de la educación argentina actual. “El presupuesto de educación de la Provincia de Buenos Aires es el 3 por ciento del PBI, según la UNESCO el presupuesto debería ser del 6 por ciento. Es decir, hay déficit estructural acumulado de tres por ciento por año”.

A su vez, Cebey manifestó la importancia del papel de un Estado laico: “Si nosotros recorremos el hilo de Ariadna del laicismo en Argentina para ver sus logros, nos encontramos con la ley de matrimonio igualitario, la ley de divorcio, la potestad compartida, el derecho a voto femenino, la reforma universitaria, matrimonio civil. Es decir, hay un continuo histórico en la Argentina que pareciera que avanza en muchos campos, pero parece retroceder solamente en el campo de la educación”

“Una escuela laica que garantice la igualdad de oportunidades significa una apropiación de los saberes, un aprehendizaje, cuando los contenidos que se enseñan forman parte de la condición humana y no del simple pasaje por el devenir del sistema educativo al final del cual le damos al alumno un certificado que acredite su paso por la escuela”, manifestó Cebey, quien recordó una frase que pronunció el dramaturgo francés Víctor Hugo en 1850: “Yo quiero la libertad de enseñanza, pero también quiero la vigilancia del Estado, y como yo quiero esa vigilancia efectiva, yo quiero un Estado laico”.

La redacción de Impulso Baires agradece el aporte de Ana Clara Bórmida

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