El primer Mundial en un país mayoritariamente musulmán. Y, para más mística, en pleno Ramadán, el mes del ayuno.
Túnez, Líbano, Turquía, Irán y Jordania son los cinco representantes de países musulmanes en este Mundial de Turquía 1431. En el mes del ayuno, los tunecinos han confirmado que no seguirán la tradición. Del día 28 de agosto al 12 de septiembre Turquía acoge el Mundial de 1431. Porque por unos días la Hégira se sitúa en el centro del panorama baloncestístico, como si Kareem Abdul-Jabaar, Mahmoud Abdul-Raouf, Tariq Abdul-Wahad y Larry Johnson se hubieran reunido para jugar en el mismo equipo.
Turquía es el primer país de mayoría musulmana que acoge un Mundial de Baloncesto. Ninguno de los otros trece países que lo han albergado cumplen con esta simple premisa. Con la particularidad añadida de que prácticamente la totalidad de los días (12 de 14) del campeonato se disputan en el mes de Ramadán, el de la revelación del Corán y establecido como de ayuno para los musulmanes. Un cúmulo de coincidencias para este Mundial de Ramadán, en el que participarán hasta cinco equipo de países musulmanes.
Turquía, puente de mundos también baloncestísticos
Las enormes contradicciones que encierra un país como Turquía no hacen más que acrecentar esa belleza que ejerce de puente entre dos continentes conectados por el Bósforo. Un ejercicio unificador entre dos culturas, la oriental y la occidental, desde esa posición de privilegio, de punto de encuentro y de crisol.
Si Indonesia ejerce de país con mayor representantes musulmanes, Turquía es la potencia islámica del baloncesto, a amplia distancia de Irán, Líbano, Qatar, Jordania o Túnez. Es ahí, también, el representante del mundo islámico en las altas esferas del baloncesto, como también lo es de una religión cada vez menos a las puertas de Europa. Ya dentro.
Ese gigante transcontinental, de punta europea y cuerpo asiático, que participa en el Eurobasket pese a sólo asomar la cabeza a una Europa a cuya Unión aspira a entrar. Ese gigante laico con una población de mayoría musulmana.
El considerado padre de la nación turca, Mustafa Kemal Atatürk, fue uno de los artífices de la construcción de la actual Turquía. Primero, por alentar una guerra que debía devolver al país los territorios perdidos de resultas de la caída del Imperio Otomano en la Gran Guerra. Y, tras ello, por conducir al país a un gran cambio político y social, separando la religión del Estado (actualmente, todavía es un Estado laico, cuanto menos de forma oficial), adoptando el alfabeto latino por encima del árabe o aplicando ciertas conductas occidentales, por ejemplo en el vestir.
Y cómo no va a sorprender que en un estado laico pero de profundas costumbres musulmanas no se pueda ir a la escuela o a la universidad con el velo islámico. Y que las hijas del presidente Recep Tayyip Erdogan, de convicciones islamistas, estudien en Estados Unidos, donde sí pueden acudir a la universidad con la cabeza cubierta.
Y cómo no iba a bañar el Mundial todo ese flujo cultural, si se disputa en Turquía y en el Ramadán, una fiesta que Estambul celebra con incesantes actividades especiales. En esa época donde las oraciones se multiplican, el sonido de los muecines es más frecuente, las mezquitas que el espectador acude a visitar entre partido y partido están más llenas y la calle más empapada del primer Mundial musulmán de la historia.
La sede de la fase final, Estambul, tiene como lugar ineludible la Mezquita Azul, una de las más importantes. Seis minaretes marcan su presencia, justo enfrente, para más contradicción, de la iglesia bizantina de Hagia Sophia. Días de baloncesto y oración, en los que los amantes del baloncesto que se acerquen a la fase final de Estambul deberán vigilar que sus visitas a las mezquitas no perturben la oración de los fieles. Asimismo, las guías de viajes de Estambul alertan a los turistas de que en el mes de Ramadán pueden encontrarse algunos restaurantes cerrados y que se debe ser especialmente recatado si se come en público antes de la puesta de sol.
Así será todos los días de campeonato, excepto los dos últimos cuartos de final, semifinales y final. Estos últimos (del 9 al 12) ya pertenecen al mes del Shawwal, pero encierran una particularidad. Los tres primeros días posteriores al Ramadán (del 9 al 11 de septiembre), las calles se bañan de nubes de azúcar y carnes dulces, en la fiesta del Seker Bayrami.
Musulmanes en el Mundial
De entre las 24 selecciones que toman parte en el Mundial 2010, cinco representan a países que tienen la musulmana como religión mayoritaria. Se trata de:
Islamismo chií y suní. A la muerte de Mahoma en nuestro año 632 dC, se abrió un cisma para su sucesión. A un lado, los partidarios de Ali, yerno y a la vez primo del profeta. Al otro, los defensores de Muawiya, de la familia de los Omeyas y Gobernador de Siria. La voluntad de sucesión devino en una guerra que separó a las dos facciones: los sunís, los primeros; los chiís, los segundos, más una tercera, la yariyí. Pese a compartir los dogmas de fe, las diferencias entre sunís y chiís han supuesto históricamente varios conflictos políticos. En número, los sunís representan la rama mayoritaria del Islam; sólo el 10-15% de los musulmanes son chiís.
Mes de ayuno: la luna y el sol
El Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán. Da nombre al ayuno que los musulmanes llevan a cabo durante todos sus días y que supone uno de los cinco pilares del Islam. Está prohibido comer, beber y mantener relaciones sexuales con la luz del sol, desde el alba hasta su puesta. Únicamente la luz de la luna habilita el desayuno.
¡Creyentes! Se os ha prescrito el ayuno, al igual que se prescribió a los que os precedieron. Quizás, así, temáis a Dios.
A las dificultades que supone el ayuno durante largas horas se suma este año la coincidencia con los días de verano del hemisferio norte. Las vicisitudes del calendario musulmán, que no se corresponde con nuestro gregoriano, han añadido el incesante calor al sacrificio del ayuno. El calendario musulmán es de base lunar: sus meses se corresponden con las fases del satélite terrestre. Eso hace que los meses, comprendidos entre la misma fase de la Luna, sean más cortos que en nuestro calendario. Así, las fechas de ambos calendarios no son asimilables: el mes del Ramadán, visto desde la perspectiva gregoriana, cae cada año 10 o 11 días antes que el anterior.
El 11 de agosto se dio inicio el ayuno, que se extenderá hasta el 8 de septiembre. Veintinueve días que coinciden con las fechas más calurosas del año.
Días contados. Pero, si alguno de vosotros está enfermo o de viaje, ayunará un número igual de días. Los que, pudiendo, no ayunen podrán redimirse dando de comer a un pobre. Y, si uno hace el bien espontáneamente, tanto mejor para él. Pero os conviene más ayunar. Si supierais…
Están exentos del ayuno aquellos que están de viaje, los enfermos y las mujeres durante la menstruación (aunque recuperarán los días posteriormente). También los niños, las embarazadas o las mujeres durante la lactancia, los enfermos crónicos.
En el mes de ramadán, en que fue revelado el Corán como dirección para los hombres y como pruebas claras de la Dirección y del Criterio. Quien de vosotros esté presente ese mes, que ayune en él. Quien esté enfermo o de viaje, ayunará un número igual de días. Dios quiere hacéroslo fácil y no difícil. ¡Completad el número señalado de días y ensalzad a Dios por haberos dirigido! Quizás, así, seáis agradecidos.
El Corán no es ni mucho menos tan explícito como lo explicitado posteriormente sobre el ayuno. Pero en ningún caso se recogen excepciones ni atenuantes para deportistas o personas que deban realizar un esfuerzo físico especial.
Aquellos que desayunen durante las horas de sol deberán pagar una compensación, conocida como kaffarah. Dos opciones: ayunar dos meses consecutivos o alimentar a 60 pobres.
Octavos de final en la Noche del Destino
La Noche del Destino es una de las festividades más importantes del mes del Ramadán, en la que se conmemora la primera revelación del Corán a Mahoma. Aunque existen divergencias con las fechas, generalmente se considera que se celebra la noche del 26 al 27 de Ramadán, que en 2010 coincide con el 5 y 6 de septiembre. Ese día tendrán lugar dos partidos de octavos de final: uno de ellos podría ser Turquía, si termina líder del Grupo C.
Ramadán durante el Mundial
El esfuerzo que supone el ayuno se agrava en personas que deben realizar un esfuerzo físico extraordinario, caso de los deportistas que competirán en el Mundial. En este punto, existen multitud de consejos y especificaciones nutricionales para que los deportistas puedan complementar su trabajo con el ayuno. El médico argelino Yacine Zerguini, que forma parte del comité médico de la FIFA, lideró junto a otros investigadores un estudio sobre los efectos del Ramadán en los deportistas musulmanes. Como resultado, publicó 'Impact of Ramadan on physical performance in professional soccer players' (Impacto del Ramadán en el rendimiento físico de los jugadores de fútbol profesionales), junto a otros autores.
Aunque los resultados del estudio en jugadores de fútbol de dos equipos profesionales de Argelia arrojaron un descenso comparativo del rendimiento durante y al final del mes, Zerguini concluye que no es peligroso para la salud y recomienda una serie de hábitos alimenticios y de sueño para que los deportistas puedan seguir rindiendo. Prescribe una “conducta responsable” de los deportistas y apunta que “el 50% de los jugadores manifiesta no sentir problemas para jugar durante el mes de ayuno”, como dijo en un Congreso Internacional de Fútbol y Medicina del Deporte.
Pese a la existencia de opiniones favorables a su compatibilidad y la existencia de recomendaciones médicas para aquellos que quieran seguir el ayuno, la selección de Túnez ha decidido no ayunar. Los jugadores decidieron de mútuo acuerdo con el staff técnico no realizar el Ramadán, para poder mantener la frescura física. Especialmente, como se apunta desde el combinado tunecino, por jugar cinco partidos en tan sólo seis días y en horarios variables (tres a las 16.30 hora turca, uno a las 19.00 y otro a las 21.30), lo que añade dificultad a las rutinas diarias y dificulta la compatibilización con los hábitos alimentarios. Así, Túnez llevará un ritmo de vida normal durante el Mundial.
Túnez ha decidido no ayunar
Los tunecinos empezaron su preparación hace prácticamente dos meses y ya disputaban partidos a mediados de julio, cuando España todavía no había empezado su concentración. Algo semejante sucede con Líbano o con Jordania, que tuvo su primer amistoso el 4 de junio. O con la propia República Islámica de Irán, que jugó ante Hungría el 9 de julio el primero de una quincena de encuentros, que pusieron fin el 8 de agosto. Tres días antes del inicio del Ramadán. Desde entonces, no han vuelto a ponerse ante un rival en ningún amistoso. Tenían programado un encuentro ante Lituania el 24 de agosto pero, primero por problemas de visado y luego de los billetes, no pudieron viajar.