La colectiva y las feministas apuntaron también que las iglesias católicas y evangélicas no actúan en favor de los derechos de las mujeres y que de hecho esto pone en riesgo el Estado laico.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo este jueves que no compartía el punto de vista de las feministas que se oponían a su filosofía de promover la ‘moralización’ en el país.
«El otro día vinieron de un colectivo feminista, que nosotros respetamos mucho, pero su texto, su planteamiento en contra nuestra era que se oponían a la moralización que nosotros promovemos (…) Pero no porque vinieron a hacer una manifestación yo voy a renunciar a mis convicciones de siempre, si por eso luchamos», apuntó en la conferencia de prensa matutina.
Señaló que aunque respetaba el punto de vista de las feministas, no lo compartía.
«Yo creo que hay que moralizar al país, que hay que purificar la vida pública y que hay que fortalecer valores culturales, morales, espirituales. Son concepciones distintas (…) Si tienen otra visión, pues respetamos esa otra visión, pero nosotros vamos a seguir sosteniendo lo que creemos», agregó.
López Obrador contestó que se trataba de un caso lamentable, que estaba tratando la fiscalía de Morelos, pero señaló que “les sirvió a los oportunistas, a los que están buscando cómo culparnos para afectarnos”.
En la misma respuesta, se lanzó en contra de quienes han llamado al abstencionismo electoral, habló de las concesiones mineras que su gobierno ha rechazado, su negativa al fracking, al maíz transgénico, su decisión de sembrar un millón de hectáreas de árboles frutales, y remató con su postura sobre las manifestaciones por los feminicidios.
Según el Presidente, “por eso luchamos, para lograr un cambio en lo material y en lo espiritual; y si tienen otra visión, respetamos esa otra visión, pero nosotros vamos a seguir sosteniendo lo que creemos”.
En la manifestación afuera de Palacio Nacional del martes, la Colectiva Dignas Hijas y otras feministas independientes lanzaron y leyeron un comunicado en el que argumentaron que «moralizar a la sociedad mexicana de la mano de las iglesias, como lo propone el presidente, no es una solución ante la violencia contra las niñas y mujeres», y que es necesario tener políticas públicas con perspectiva de género.
Esto luego de que, en la conferencia de un día anterior, el mandatario federal expresara que la solución ante el feminicidio de la niña Fátima era seguir moralizando y purificando la vida pública. «Y todos podemos ayudar, los ciudadanos, las iglesias y predicando con el ejemplo, siendo consecuentes», dijo en el momento.
La colectiva y las feministas apuntaron también que las iglesias católicas y evangélicas no actúan en favor de los derechos de las mujeres y que de hecho esto pone en riesgo el Estado laico.