COMENTARIO: Sin palabras después de ocho años de gobierno y de incumplir una de sus promesas electorales como los cambios en la Ley de Libertad Religiosa, paralizada por la presión vaticana; y de un programa donde no se atreven a hablar de laicismo, y sólo tímidamente hablan de aconfesionalidad y laicidad positiva (termino que viene a definir el nuevo multiconfesionalismo, bien lejos del laicismo y la laicidad)
El programa electoral del Partido Socialista (PSOE) compromete al partido a asegurar, si gana las elecciones generales del próximo 20 de noviembre, la neutralidad religiosa en los espacios y actos públicos en un apartado dedicado a 'Reformas para profundizar en la aconfesionalidad del Estado español'.
Así, el programa afirma que la formación garantizará que en los espacios tutelados por los poderes públicos "no exista confusión entre lo público y lo religioso", algo que, según indica, es "un deber" del Estado.
"La separación entre Estado y confesiones religiosas, es una medida positiva de fomento del pluralismo religioso y de la libertad de no profesar religión alguna", apunta el texto.
Asimismo, el programa del PSOE se compromete a modificar el artículo 206 de la Ley Hipotecaria y 340 de su Reglamento que, a su juicio, otorga "privilegios" hipotecarios a la Iglesia Católica al equipararla a las administraciones territoriales y corporaciones de derecho público, facultándola para emitir sus propios certificados de dominio en ausencia de título escrito de dominio.
"La Ley Hipotecaria arrastra un privilegio en favor de la Iglesia Católica, tributario de épocas pasadas y carente de justificación", indica el documento que, al mismo tiempo, apunta que "resulta contrario a su naturaleza jurídica y al principio de aconfesionalidad del Estado".
En esta línea, el programa hace alusión a una "laicidad positiva" y expone que la laicidad del Estado es "consustancial a la idea de libertad e igualdad" y que "la inmensa mayoría de los ciudadanos ama la libertad personal frente a imposiciones religiosas".
Además, refleja el "proceso notable de secularización y disminución de la práctica religiosa tradicional" que, según señala, se ha producido en España mientras se registraba "un incremento cuantitativo y cualitativo de la diversidad religiosa".
Este hecho, según subraya el texto del PSOE, implica cambios en la vida y en las tradiciones culturales así como políticas públicas "no exentas de controversia y contradicciones" y plantea uno de los "mayores" desafíos: "cómo construir cohesión social, cultural y política de país a partir de la diversidad, cómo construir una idea de ciudadanía común en las democracias y cómo evitar derivaciones hacia el extremismo que constituyen una amenaza para la igualdad de género, los derechos individuales y la democracia".