La restauración actualmente en marcha en el templo compostelano recibió 16,6 millones de financiación estatal, que la Xunta había complementado con otros 387.000, a los que ahora añadirá una partida final de algo menos de 800.000
La parte de la restauración de la Catedral de Santiago financiada con fondos del Estado y del Gobierno gallego tendrá un sobrecoste del entorno del 4,5% sobre lo previsto en su última gran aportación. En el año 2015, y tras una demora que llegó a inquietar a los responsables del templo compostelano, el Consejo de Ministros dio su visto bueno a una aportación de 16,6 millones de euros para financiar diversas obras en la deteriorada basílica. La manera de hacerlas llegar a la Fundación Catedral fue transferírselos a la Xunta, que a su vez firmó un convenio con la entidad dependiente de la Iglesia compostelana agregando 387.987 para el control de proyectos y obras. En total, 17 millones.
Desde aquel año los trabajos continuaron según lo previsto en la Catedral, que paralelamente vio culminada la restauración del Pórtico de la Gloria -financiada por la Fundación Barrié, en su momento obra social del desaparecido Banco Pastor-. Los fondos públicos fueron a parar a restauraciones de puntos como la capilla mayor, la cubierta, o parte de las fachadas en un plan que contempla actuar también en el interior de la torre de A Berenguela y en diversos puntos de las naves interiores, entre otros.
Este es el contexto en el que el conselleiro de Cultura de la Xunta, Román Rodríguez, ha expuesto en el Parlamento autonómico los presupuestos de su departamento para el año 2020. En el apartado dedicado a los fondos para restaurar diversos bienes patrimoniales, dependiente de la Dirección General de Patrimonio Cultural, Rodríguez detalló que los trabajos en la Catedral de Santiago previstos al amparo del convenio están «a punto de terminarse», si bien para que «se ejecuten en su totalidad» será necesaria una aportación adicional de 771.000 euros que saldrá de las cuentas del 2020.
Las obras ahora en marcha son el grueso del presupuesto -unos 10 millones- y se corresponden con el 51% del proyecto, según el conselleiro. Ahora, calcula, ya es posible afirmar que la «diferencia» entre los 17 millones aprobados y el coste final serán esos 771.000 euros. Esto, cree, «es para felicitarnos colectivamente, ya que en una inversión de 17 millones en un conjunto de obras tan importante y en un bien tan delicado», es habitual que «surjan cuestiones que no están contempladas» y, en este caso, el único «desvío» serán los 771.000 euros que la Xunta pondrá a mayores de lo previsto.
En efecto, este sobrecoste del 4% está muy por debajo de lo acreditado en otras obras en Galicia en los últimos años en muy diversos ámbitos. Fue el caso, por ejemplo, del puerto exterior de A Coruña (27%), de la Ciudad de la Justicia de Vigo (30%), o del centro de atención a personas con discapacidad de la Xunta en Santiago (40%). En la Consellería de Cultura el caso más llamativo de sobrecostes ha sido la Cidade da Cultura, que llegó a triplicar el presupuesto previsto inicialmente por el Gobierno gallego en tiempos de Manuel Fraga.
Este fue uno de los aspectos destacados por Román Rodríguez a respeto de unas cuentas en el que el montante total previsto por la Dirección General de Patrimonio Cultural para intervenir y restaurar bienes patrimoniales baja un 7% en 2020 con relación a lo previsto en los Presupuestos Generales de 2019, hasta 5,29 millones de euros. El conjunto del programa de protección y promoción del patrimonio histórico, artístico y cultural, dependiente de esta Dirección General, manejará 16,54 millones de euros -incluye conceptos como los gastos de personal-. Para 2019 fueron 16,48.