El jueves de la semana pasada por la noche, en uno de los gimnasios del lugar donde se forman los oficiales de la Policía de la Ciudad, un pastor evangelista organizó una actividad que duró alrededor de una hora y media y culminó con una oración. Alrededor de 400 cadetes, entre mujeres y varones que vestían el uniforme de la fuerza de seguridad porteña, escuchaban la oración guiada por Osvaldo Carnival, titular de “Catedral de la Fe” , una iglesia que comenzó hace 35 con menos de un centenar de fieles y hoy ostenta el poder económico y político suficiente como para tener llegada directa a los despachos públicos donde se toman decisiones.
Una vez llegado allí, Carnival pide y el pedido le es concedido. Por algo es uno de los articuladores de la reacción antiderechos nacida al calor del debate por la legalización del aborto, alma pater del lobby antiderechos con peso político “Argentina oramos por vos”. Es también cabeza de acciones públicas junto con el presidente de Aciera (Alianza Cristiana Evangélica de la República Argentina), Rubén Proietti, un dúo que anotó entre sus últimos hits haber obtenido espacio de aire en la TV Pública para Buenas noticias , el programa semanal del ala antiderechos del evangelismo.
En diálogo con este diario, fuentes oficiales explicaron, por ejemplo, que así se gestó lo que Carnival, en sus redes, compartió como noticia de un “acompañamiento pastoral” a cadetes “que se están reuniendo de forma voluntaria para orar y leer la palabra de Dios”.
Dónde y cuándo fue el encuentro evangélico policial
El encuentro tuvo lugar en el Bajo Flores, en uno de los gimnasios del Instituto Superior de Seguridad Pública, del Gobierno de la Ciudad. Un vocero del ministerio de Seguridad detalló que el encuentro se concretó luego de “una reunión que tuvo el pastor con el rector del Instituto, Gabriel Unrein”. En la escuela de la Policía porteña, “uno de los instructores es evangélico y va a la iglesia de Carnival, y le comentó” sobre su trabajo en ese Instituto, donde alrededor de dos mil cadetes viven de lunes a viernes, porque el régimen es de internados y sólo vuelven a sus casas los fines de semana.
Entonces, explicó el vocero de Seguridad, “el pastor fue, se presentó, preguntó (al rector Unrein) si podía dar una charla, acompañar porque sabía que entre los cadetes había muchos evangélicos”. La inquietud “se consultó con el padre Juan Ignacio Alonso, que es el capellán” de la fuerza.
La Policía porteña tiene capellanía pero no capilla en su Instituto. Sí, sin embargo, hay una «pastoral de la Policía de la Ciudad», celebración de misas en iglesias porteñas y una imagen de una virgen («la Patrona de la Policía de la Ciudad», instalada desde febrero del año pasado en el hall del Departamento Central de la fuerza, en Constitución.
El cura Alonso, que hace tres años se convirtió en “director del Movimiento de Acampadas de Cristiandad Metropolitana” de la Policía porteña (y como parte del cual, por ejemplo, organiza retiros espirituales de la institución, promocionados hasta con videos en el sitio del ministerio de Seguridad), motoriza las peregrinaciones policiales a Luján y es capellán interno de la iglesia de avenida Independencia al 900, aprobó la propuesta de Carnival.
Las gestiones no habrían quedado registradas por escrito.
La confusión de lo confesional y lo laico
“Hay mucha espiritualidad en los chicos, está en todos lados. Nadie los obliga a nada. Si sos ateo o creés en una planta, no pasa nada, en tu tarea policial no influye, no sos ni más ni menos. La semana pasada hubo una charla con una sobreviviente de la Shoah. Si mañana va un imán y quiere dar una charla porque hay 4 o 5 chicos que son árabes, no se le va a decir nada”, detalló a este diario el vocero de Seguridad.
El funcionario desestimó que para la institución haya razones diferentes entre la perspectiva de derechos humanos, que vehicula el testimonio de una sobreviviente, y la misa celebrada por un pastor. Tampoco supo precisar si, habida cuenta de que el evento ocurrió en las instalaciones del Instituto y los cadetes tenían los uniformes y la situación podría vulnerar la noción de Estado laico, la Policía porteña cuenta con alguna normativa propia que vele por la separación de lo público y lo confesional.
El vocero detalló a este diario que la actividad fue “extracurricular”, y tuvo lugar “en un momento de la noche en que (las y los cadetes) no tienen ningún tipo de instrucción ni actividad”. No hay detalles de cómo fue comunicada la convocatoria puertas adentro del Instituto. Lo que sí se sabe, por un video que circuló en redes sociales, es que en el cierre de la actividad las y los cadetes, cabezas gachas y folletos de la “Catedral de la fe” en mano, oraron con Carnival, a quien este diario intentó contactar sin éxito. “Esta es la noche para decirle a Jesús ‘te sigo siguiendo, Jesús, te necesito’ (…)Te permitirá convertirte en ese hombre de bien, en esa mujer de bien, en desarrollar esa vocación que te ha traído a este lugar para capacitarte, para entrenarte, para equiparte de la mejor manera”, dijo el pastor, que luego allí mismo, en el Instituto de formación, pidió a cadetas y cadetes que repitieran después de él: “te doy gracias porque he llegado a esta escuela para ser un hombre de bien, una mujer de bien y me he encontrado contigo”.