Iglesias en El Paso, Texas se levantaron en oración en favor de Kim Davis, quien ganó notoriedad en 2015 cuando se rehusó a otorgar la licencia de matrimonio a una pareja del mismo sexo, después de que la Corte Suprema legalizara este tipo de uniones. Ahora, podría ser llevada delante de la justicia nuevamente por sus acciones.
Un panel compuesto por tres jueces de la Corte de Apelaciones de Estados Unidos, declaró por unanimidad el pasado viernes, que si bien Davis no puede ser juzgada sobre las bases de sus obligaciones como oficial público del estado, aún podría ser demandada como individuo por «discriminación».
«Debido a que Davis estaba bajo los fueros del gobierno de Kentucky cuando sucedió el hecho, su cargo la protegía de acciones legales», dijo el juez Richard Griffin, vocero de la corte.
«Si bien la Corte Suprema estableció una violación al derecho del matrimonio igualitario; la Corte distrital le otorgó inmunidad al accionar de Davis.»
El juez John K. Bush, otro miembro del panel de Apelaciones, expresó que Davis mostró una «animosidad anti-homosexual.»
«Davis sabía que no podía negarse a otorgar licencias que la justicia ya había aprobado, era su deber como funcionaría pública, deberes que van más allá de sus creencias personales.» escribió él.
«El tribunal considera por unanimidad que Davis faltó a sus deberes de funcionaria, y violó los derechos de las víctimas otorgados por la Suprema Corte. Por ello, su inmunidad de funcionaria no la deja exenta de acciones legales en su contra.»
La Firma de abogados que representa a Davis, Liberty Counsel, lanzó un comunicado informando que «su futuro está en peligro» ya que Davis no «hará nada que esté fuera de los cánones de Dios».