La imagen de San Lorenzo, patrón de Huesca, ha recorrido este sábado en procesión, como es tradición en el día grande de las fiestas laurentinas, las calles de la ciudad entre los aplausos y vítores de los miles de personas que flanqueaban su paso solemne.
Una procesión que, como todos los años, ha tenido gestos entre amables y críticos hacia la corporación municipal de colectivos que no han visto cumplidos los compromisos alcanzados al inicio de la actual legislatura.
Una hora antes de emprender la imagen su camino en una carroza llena de verde albahaca y de claveles rojos que simbolizan el fuego en el que San Lorenzo fue quemado, los danzantes de la ciudad han rendido su particular homenaje al santo ante las puertas del templo con sus tradicionales danzas con palos y espadas.
A lo largo de varios minutos, los danzantes han escenificado su colorido espectáculo con los tradicionales bailes del «Vals de las flores» y «El degollado», para acabar contagiando al público con el popular tema de San Lorenzo.
Desde muchas horas antes, decenas de personas se han enfrentado a las largas horas de la madrugada sentadas sobre el suelo para hacerse con los mejores sitios para ver a los danzantes.
Finalizados los bailes, la imagen del santo ha iniciado su camino hacia el edificio del Ayuntamiento de Huesca seguida por los danzantes, decenas de personas ataviadas con trajes regionales, entre ellas el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, el oscense Javier Tebas, y la propia corporación municipal.
En el conocido como Rincón del Jerezano, en el Casco Antiguo de la ciudad, se ha producido el primer gesto, entre crítico e irónico, al consistorio, con la entrega de decenas de papeletas en blanco alusivas al voto en blanco que permitió al socialista Luis Felipe alzarse de nuevo con la alcaldía «por sorpresa».
Esta misma situación se ha producido en la costanilla de Santiago, donde se ha producido el tradicional gesto crítico de un grupo conocido como «Los de la Cuesta de Santiago», que han entregado un pequeño envoltorio de plástico relleno de más plástico con una tarjeta con la frase «Lo teníamos todo preparado…pero los cambios de última hora nos han dejado en Blanco».
Ya a media mañana, tras ser vitoreada por los oscenses, la imagen ha iniciado su camino de regreso a la basílica para presidir desde un sitial de honor una misa concelebrada y permanecer en el templo hasta el último día de las fiestas, en el que volverá a salir para recibir la tradicional ofrenda de frutos y flores.
Un año más, varios de los miembros de la corporación, entre ellos el alcalde de la ciudad, Luis Felipe, se han sumado a la procesión desde el exterior del templo, de acuerdo a un reglamento protocolario modificado en la anterior legislatura que excluye la participación de los ediles de actos religiosos con los símbolos acreditativos del cargo.
Sin embargo, este año una decisión salomónica del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) en respuesta a un recurso del grupo municipal del PP ha permitido reajustar de nuevo el referido reglamento para permitir a los ediles asistir con la banda roja que les identifica como concejales, pero a título particular.
Mientras tanto, vecinos de la ciudad y visitantes han expresado su emoción ante el paso del santo por la ciudad con vítores y aplausos, ajenos a la polémica y al litigio judicial originado a causa del protocolo municipal.