La polémica desatada por la muerte de una menor en Holanda, que pidió morir a los 17 años por las graves secuelas emocionales y físicas sufridas por tras agresiones sexuales, ha cogido a la regulación de la eutanasia en España en un impasse.Todo está a la espera de que los partidos avancen en sus negociaciones para formar Gobierno, paso imprescindible para retomar los intentos de la pasada legislatura para aprobar una ley sobre la muerte voluntaria.
Las elecciones del pasado 28 de abril aumentaron la representación en el Congreso de los partidos partidarios de aprobar la ley, que actualmente suman más de 250 de los 350 diputados de la Cámara Baja. El hundimiento del PP, principal opositor a la norma y que bajó de 137 a 66 escaños, apenas se ha visto compensado en parte por la irrupción de Vox, con 24 diputados.
El final de la legislatura y la convocatoria de elecciones para el próximo 28 de abril cogió a la proposición de ley de eutanasia, impulsada por el PSOE y apoyada —aunque con algunas diferencias— por una mayoría clara en el Congreso, sin haber entrado siquiera en fase de ponencia. Socialistas y Podemos han querido recordar este jueves, tras la detención de Ángel Hernández por haber ayudado a morir a su esposa, «los ocho meses perdidos por el bloqueo» impuesto desde la Mesa de la Cámara Baja «por Ciudadanos y Partido Popular», que han impedido que la regulación de esta práctica médica echase a andar. Las dos fuerzas se han comprometido a volver a impulsar la norma tras las elecciones.
«Ellos son los responsables de que una ley que es necesaria y cuenta con un apoyo mayoritario en la sociedad española no haya salido adelante», critica Jesús María Fernández, diputado del PSOE e impulsor de la norma. Socialistas y Podemos son especialmente duros con el partido liderado por Albert Rivera: «Dicen una cosa y hacen la contraria. Al menos el PP se ha opuesto a la ley desde el primer momento. Pero Ciudadanos ha jugado con cinismo. Ha dado a entender que la iba a apoyar y luego han puesto todos los palos en las ruedas», censura la diputada de Podemos Amparo Botejara.
El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, ha hablado sobre el tema en una rueda de prensa celebrada esta mañana, en la que se ha mostrado partidario de regular la eutanasia pero ha extendido a todos los partidos la responsabilidad por la fallida tramitación de la ley. «Todos debemos hacer autocrítica, pero nosotros no somos los responsables de que no se aprobara», ha afirmado Villegas. «Este caso pone de manifiesto que se necesita esta regulación», ha rematado el secretario general de la formación naranja. Horas después, el presidente del partido, Albert Rivera, ha afirmado que si llega a gobernar, impulsará una ley de eutanasia «garantista y de consenso», en el programa La Brújula de Onda Cero. Rivera ha pedido al PP que «reflexione sobre este asunto y nos apoye» y ha criticado a Pedro Sánchez por estar «utilizando para hacer política» el caso de Hernández.
Tres iniciativas para regular o despenalizar la muerte voluntaria llegaron al Congreso en la pasada legislatura. La primera, presentada por Podemos, fue rechazada, de entrada, al no contar con el apoyo del PSOE, que no compartía puntos clave de la norma. Los socialistas sí lograron el apoyo mayoritario de la Cámara a su propuesta, aunque Podemos y ERC discrepaban de la necesidad de crear unas comisiones de control con carácter previo de los casos ya avalados por los médicos.
Pese a estas diferencias, el proyecto socialista fue aceptado para su toma en consideración el pasado mes de junio con el apoyo de Ciudadanos y también de Podemos, ERC, PNV y PDeCAT. Una tercera iniciativa, llegada del Parlamento de Cataluña y que abogaba por la despenalización de la eutanasia, quedó a la espera del trámite de la proposición de ley socialista.
Posteriormente, en octubre, todos los partidos votaron en contra de la enmienda a la totalidad del Partido Popular al proyecto socialista. La enmienda, presentada por el líder de los populares, Pablo Casado, para marcar perfil ideológico en su gestión, no estuvo exenta de polémica al descubrirse que el texto era un plagio de la ley de cuidados paliativos de la Comunidad de Madrid, impulsada por el PSOE.
Pese a que Ciudadanos votara en ambas ocasiones junto al bloque partidario de regular la eutanasia, la proposición de ley quedó paralizada en la Mesa del Congreso, controlada por el PP y el partido de Rivera, lo que ha sido fuertemente criticado por el resto de partidos. La posición de Ciudadanos era que, antes de aprobar la ley de eutanasia, era necesario completar el despliegue de los cuidados paliativos, por lo que impulsó su propia ley en este sentido. Villegas ha insistido hoy con esta idea: «No tiene mucho sentido hablar de eutanasia sin hablar antes de cuidados paliativos», ha afirmado.
«El tiempo ha demostrado, como ya habíamos avisado, que esta relación es incierta», sostiene en cambio el socialista Jesús María Fernández. «Los dos últimos casos que hemos visto, el de Maribel Tellaetxe y ahora el de María José Carrasco, han ocurrido en el País Vasco y Madrid. Las dos comunidades ya cuentan con una ley de cuidados paliativos. Es evidente que estos no cubren todos los casos en los que es necesario que pacientes y sus allegados tengan una cobertura legal cuando se enfrentan a sufrimientos insoportables», concluye Fernández.
El Partido Popular, por su parte, ha reiterado que su posición sigue siendo «contraria a la eutanasia» y recuerda que defiende que «todas las personas con enfermedad terminal tengan derecho a recibir, con el máximo respeto a su dignidad y voluntad libremente expresada, cuidados integrales paliativos de calidad». Para los populares el «testamento vital es la herramienta jurídica básica para expresar esta voluntad».