La conocida abogada de derechos humanos china Wang Yu fue detenida por la policía china en las afueras de la embajada de Estados Unidos en Pekín, tras negarse a proporcionar una identificación, informó hoy el diario independiente South China Morning Post (SCMP).
La detención llevada a cabo la tarde del miércoles fue confirmada al diario tanto por su esposo, Bao Longjun, como por su amigo Tang Zhishun, un activista por los derechos de la tierra que había acompañado a Wang a un seminario en la embajada de Estados Unidos en la capital china.
Según explicó Tang, él y Wang pasaron por un punto de control de identificación de la Policía china fuera de la embajada y Wang les dijo que no había traído su tarjeta de identidad.
«Luego la policía se la llevó y le esposó las manos por la espalda, la arrastró a un coche de la policía y se la llevó a una estación de policía«, dijo Tang.
El personal de la embajada intentó convencer a los oficiales chinos para que dejaran entrar a Wang en el edificio, dijo Tang, pero la Policía siguió adelante con la detención.
Represión contra abogados
Wang es parte del grupo de los abogados que fueron detenidos durante la ola de represión contra letrados en julio de 2015, conocida como la «represión del 709» por el mes y el día en que comenzó, unos sucesos que, según los defensores de derechos humanos, fueron un intento de obstaculizar el surgimiento de un movimiento de defensa de los derechos en el país.
La abogada fue detenida entonces junto a más de 300 abogados y activistas dedicados a casos de derechos humanos y puesta en libertad bajo fianza un año después, aunque tras ello siempre ha permanecido bajo estricto control policial.
El esposo de Wang logró averiguar que la abogada esta vez fue detenida por «obstruir a la administración del Gobierno», aunque tanto él como su esposa están convencidos de que la detención se produjo por su condición de defensora.
Recientemente, Wang expresó su preocupación por los casos judiciales de otros abogados y activistas chinos de derechos humanos, incluido Wang Quanzhang, quien fue condenado a 4 años y medio de prisión por subversión.
En una entrevista realizada el año pasado, Wang le dijo al SCMP que había aceptado hacer una confesión forzosa en la emisora estatal China Central Television (una práctica común en la justicia China) después de que las autoridades amenazaron con prohibirle ver a su hijo.
Precisamente esta semana la ONG CHRD (siglas en inglés de Defensores Chinos de los Derechos Humanos) denunció un aumento de detenciones de defensores de derechos humanos en los días posteriores al cierre del examen periódico a los derechos humanos realizado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a mediados de marzo.