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Argentina: Una reflexión urgente para los evangélicos de cara a las elecciones de este año

«Un pastor sin proponérselo puede ser un manipulador», advierte el doctor en Ciencia Política, Pablo Tigani.

«Ante la decepción que provocó Mauricio Macri, puede que entre evangélicos y cristianos haya un viraje hacia opciones políticas como la de Olmedo», le advierte a Diario Registrado el economista Pablo Tigani, socio fundador y Presidente de la consultora HACER, quien además profesa la fe evangélica y cuestiona y alerta sobre los peligros del discurso político de la dirección de ACIERA, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina.

La cantidad de evangélicos en Argentina, según distintas mediciones, ronda entre el 9 y el 13 por ciento e la población. Los propios miembros de la comunidad estiman que en total hay entre 6 y 7 millones de creyentes. Un número no menor cuando se piensa la sociedad en términos electorales, es cierto, aunque vale aclarar que hay que evitar caer en miradas uniformadoras y simplistas.

El 90 por ciento de las 4.500 religiones anotadas en en el Registro Nacional de Cultos son evangelistas. Hay protestantes, pentecostales, metodistas, adventistas, por nombrar solo algunas. Como se aprecia con estos datos, la realidad es mucho más compleja que sentarse una noche a mirar el ‘canal de la Iglesia Universal’. De hecho estos últimos en Argentina son apenas un sector minoritario.

A diferencia de la Iglesia católica, que tiene una organización vertical con el Papa como máximo representante, los evangélicos no tienen una sede central como el Vaticano, consideran que la Iglesia son los mismos fieles y las mismas se congregan por federaciones

Tres asociaciones son las principales: La Federación Confraternidad Evangélica Pentecostal, en donde están las iglesias pentecostales, que según indicó el periodista Mario Minervino en una nota para La Nueva, son alrededor del 70%; la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), que agrupa a luteranos o metodistas; y ACIERA, que representa a las iglesias modernas.

Si bien el mensaje de estos sectores no transitan todo el tiempo la avenida de la información que mueven los grandes medios, dentro de la comunidad lo que pueda decir un pastor o -todavía más- una federación, tiene una gran llegada.

Para Tigani, quien participa activamente de la Iglesia de Jesús, ubicada en México 861, en el barrio de Constitución, es hora de que los evangelistas se pongan en alerta ante lo que están haciendo los directivos de ACIERA porque se «arrogan la representación» de todas las iglesias, y, por el otro, por el mensaje político que están reproduciendo.

«Hay que interpelar a la comunidad respecto de lo que está pasando con Aciera. «Hay que cuestionar que uno no puede ser ser representante si no es elegido», expresó el economista con preocupación a este medio. Y en otro fragmento del diálogo agregó «los evangelistas, pero también los católicos, solidarizándose con los que ‘supuestamente’ representan su fe, (como es el caso de Alfredo Olmedo con declaraciones en contra del aborto o del matrimonio igualitario) pueden ir hacia una ideología de derecha, contraria a sus intereses».

Al respecto, la teóloga feminista María de los Angeles Roberto dijo en una nota a Página 12 que «Aciera trabaja mucho con nociones de neuromarketing, estoy haciendo análisis de discursos de Aciera y se nota claramente eso y cómo las iglesias neo pentecostales y bautistas están en la misma línea que los pentecostales de Brasil».

Es en esa línea que Tigani advierte que «la opinión de un pastor es muy importante porque su discurso llega a quinientas personas de una congregación y sin proponérselo se pueden convertir en un manipulador político».

«Estoy en desacuerdo en que se mezcle la religión con la política, eso lo único que genera es fundamentalismo religioso, que termina en extremismos. Es muy peligroso», advierte Tigani que defiende la concepción  de un Estado laico.

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