La imagen de la patrona acudía desde su ermita, junto al río Cuadros, al encuentro con el patrón, San José, su esposo, y ambos padres de Jesucristo. El punto donde se debían encontrar ambas imágenes, no solo estaba marcado en el suelo con un gran círculo redondo, sino que también se halla frente al Peñón de San José, que, como cada año, estaba atestado de personas de Bedmar y de los diferentes pueblos de la zona que también sienten una gran devoción por esta advocación mariana. También de muchos bedmareños que tuvieron que emigrar en su día y que cada año acuden a las fiestas en honor de la Virgen de Cuadros. Acompañaron la imagen del patrón hasta el encuentro, el alcalde, Juan Francisco Serrano; miembros del equipo de Gobierno municipal; el presidente de la Diputación Provincial y bedmareño, Francisco Reyes, y el alcalde del municipio de Torres de Albanchez. A la Virgen la acompañaron un buen número de damas con mantilla y peineta, y muchos fieles y devotos.
Durante todo el trayecto hasta el punto de encuentro, acompañó la imagen de la Virgen la Escuela de Música Jerónimo Caballero, de Bedmar. También hubo disparo de cohetes y una discreta pirotecnia de colores, una vez que ambas imágenes se “saludaron” mutuamente con una inclinación. Las dos imágenes permanecieron unos minutos, la una frente a la otra, mirándose, mientras que la Escuela de Música de Bedmar tocaba el himno a la Virgen de Cuadros. A su conclusión se originó una explosión de vivas a uno y otro patrón.