Estudiantes de la Facultad de Ciencias Naturales reunidos en Asamblea decidieron sacar la imagen de Jesús que se encontraba en la puerta de la Facultad.
A más de un mes del rechazo del Senado a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, los pañuelos verdes y naranjas siguen recorriendo las plazas, las calles, en las aulas y cada medida de lucha que los estudiantes protagonizan junto a los docentes.
La consigna “Plata para estudiar y que los curas se vayan a laburar” se hace sentir en las movilizaciones donde se reclaman el fin de los subsidios y privilegios a la Iglesia.
En ese marco, la Campaña por la Separación de la Iglesia y el Estado se expresó en la medida votada hoy por una concurrida asamblea donde retiraron la imagen, que se encontraba en la puerta de entrada de la facultad.
Con respecto a las repercusiones de esta iniciativa, Melina García de la secretaría de DDHH del CECN y referente del Lillo a la Izquierda declaró: “Esto es un punto de partida para poner en cuestionamiento los modelos eclesiásticos que nos quieren imponer en las instituciones educativas. Bajo el amparo de una decena de leyes provenientes de la dictadura genocida la Iglesia Católica sigue contando con diversos privilegios que van desde el pago sueldos exorbitantes, jubilaciones especiales, pasajes para obispos y arzobispos, exenciones impositivas y otros beneficios que garantizan con dinero que se niega a la educación pública. Además el Kirchnerismo reforzó ese vínculo en la reforma del Código Civil y Comercial, y declarando a la Iglesia como «persona jurídica » en la Ley de Educación Federal del 2014 permitiéndoles inmiscuirse en la educación reproduciendo desde la niñez estereotipos patriarcales, heteronormativos y discriminatorios”
La incidencia que esto le garantiza sobre los derechos de millones quedó a la vista en el marco del debate sobre la legalización del aborto, que instalaron masivamente las mujeres con su lucha por este derecho elemental.
El enorme rechazo que despertaron el lobby de la Iglesia y otras instituciones religiosas, que contaron con el apoyo activo de funcionarios políticos, senadores, gobernadores e intendentes del oficialismo y la oposición del PJ, se tradujo en un cada vez más extendido reclamo de separación de la Iglesia del Estado, que anudó en las calles los pañuelos verdes y naranjas, con los que se referencian estas luchas.
Respecto a la postura de la UNT, Zaira Pereyra de la agrupación Pan y Rosas dijo: “El Lillo no fue la excepción cuando años atrás cuando la gestión dictó asueto y prestaron las instalaciones para el congreso eucarístico suspendiendo las clases por tres días. Además el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) declaró honoris causa al Papa Francisco. Esa decisión contó con el voto de todos los decanos y consejeros de los cuatro estamentos. Siendo un ataque más al carácter laico que debe ser parte de la educación pública. Cada año cientos de profesores egresan de la UNT y se encuentran en frente a un aula sin capacitación para abordar la ESI en su área. Estamos exigiendo también la formación con perspectiva de género”.
Es parte de la tradición del movimiento estudiantil haber defendido a las universidades de la injerencia clerical. Siendo los hitos más importante la Reforma de 1918 o la pelea por “Libre o Laica”, y que encuentra en la actualidad nuevos desafíos contra la injerencia oscurantista.
